WhatsApp, ¿ángel o demonio?

Tras los últimos cambios en el archiconocido servicio de mensajería, WhatsApp, no he podido evitar escribir sobre ello y explicar mi punto de vista.

¿Qué ha pasado? Seguramente lo habrás leído, pero te lo resumo de nuevo. WhatsApp ha cambiado los términos y condiciones del servicio, sí, es la notificación esa que has recibido durante estos días al iniciar WhatsApp. Seguramente le has dado a Aceptar sin leerlo, como es típico hacer, pero hay cosas que te interesan seguro.

A partir de ahora, WhatsApp, va a compartir con Facebook tu número de teléfono. Pero no sólo es: también compartirá tus contactos y con quien hablas. Al menos, no va a compartir tus conversaciones (que seguirán cifradas), ni las fotos o archivos que envíes por su servicio… de momento, claro.

Por qué y cómo “evitarlo”

Ya nos hizo sospechar que facebook comprase WhatsApp por 3900 millones. Una aplicación sin publicidad, y cuya única tarifa era inferior a 1€ anual y que eliminaron (yo nunca pagué ni antes de mandarla), ¿qué interés podría tener para Facebook? Ya había venido algunos expertos diciéndolo: buscaban identificar perfiles de la red social con identidades reales mediante el teléfono.

Y ahora llega la confirmación: Facebook va a cruzar su base de datos con la de WhatsApp.

Lo que buscan, ellos mismos lo confirman, es ofrecerte anuncios de mayor relevancia, pues si contactas empresas por WhatsApp, lo sabrán y te mostrarán anuncios de dicha empresa en Facebook.

Lo mismo sucede con las sugerencias de amistad. Gracias a la identificación de los perfiles, Facebook podrá sugerirte a tus contactos de WhatsApp como nuevos amigos.

Para evitar que Facebook conozca tu número de teléfono (aunque ya lo sabes tienes o has tenido instalada la app de Facebook), y lo use para conocer tus contactos y demás datos de WhatsApp, solo hay que hacer un sencillo cambio.

Dirígete a: Ajustes > Cuenta, y desactiva la casilla de “Compartir info. de cuenta”. Te va a notificar que no podrás volver a activar la casilla si confirmas. Sin embargo, si te preocupa tu privacidad, no vas a desear hacerlo nunca. Aunque algunos datos seguirán siendo compartidos y solo se puede evitar abandonando el servicio.

Una de cal y otra de arena

Esta vieja expresión, que viene a significar, te doy algo bueno seguido de algo malo (o no tan bueno), se aplica a lo que ha hecho WhatsApp esta primavera-verano.

Hace unos meses nos ofrecía, al fin, el tan “ansiado” cifrado end-to-end de nuestras conversaciones. Y lo pongo entrecomillado porque la gente no elegía otras opciones a pesar de que ya contaban con dicha característica. Todo fueron alegrías, relativas, pues parece que no era todo lo seguro que podría ser.

Ahora, Facebook, dueña de WhatsApp anuncia esta medida que, claramente, ataca nuestra privacidad.

Mi conclusión es que a Facebook no le importa un carajo la seguridad o lo que pase con sus usuarios (evidentemente su negocio es violar la privacidad de sus usuarios). Ya he dejado clara mi preferencia por otras aplicaciones en otras ocasiones (aquí y aquí). Y por éste mismo principio, personalmente, un servidor ha decidido que va a abandonar el servicio de WhatsApp. Ya escribí un artículo explicando cómo recuperar parte de la esencia inicial de Facebook, y esos consejos, por otra parte, ayudan un poco a que Facebook, no sepa tanto de nosotros.

Si debo dar un consejo de forma humilde al lector, es que salga del servicio de WhatsApp cuanto antes, y busque alternativas, que las hay. Así, viendo la dirección que toma la estrategia de Facebook, podemos volver a cambiar el famoso lema y adaptarlo para decir: “Don’t be evil, Facebook” (No seas malvado, Facebook).

El artículo WhatsApp, ¿ángel o demonio? apareció por primera vez en Instinto Binario.