Andrew (Miles Teller) está en la más prestigiosa escuela de jazz de
Estados Unidos y pretende llegar a ser como sus ídolos. Cuando el
profesor Fletcher (J.K. Simmons) le acepta en su banda como batería se
verá envuelto en una vorágine competitiva tan exigente como demoledora.
Damien
Chazelle vuelve a tomar la música como elemento central de su nueva
película, responsable del guión y la dirección de “Whiplash” nos
presenta una historia muy focalizada pero muy intensa. Ganadora del Gran
Premio del Jurado en el Festival de Sundance en 2014, lleva todo el año
cosechando galardones especialmente en el apartado interpretativo. La
presión a la que se somete a los estudiantes en este tipo de escuelas
tan reconocidas puede acabar por hundir a los alumnos y hacerles
abandonar su vocación debido a que no son capaces de soportarlo. A la
vez un homenaje y una muestra de respeto hacia el género musical que es
el jazz se toma como referencia a las grandes figuras mostradas una
aspiración y una meta inalcanzable, con sus luces y sus sombras se
defiende su capacidad de lucha. Sufriendo unos métodos más allá de lo
aceptable, Andrew hará todo lo humanamente posible para poder llegar a
lo que se le exige pese a que sacrifique su relación, su salud e incluso
su trayectoria.
Un duelo interpretativo entre un veterano y un
joven actor que ha entrado con fuerza al panorama cinematográfico
actual. J.K. Simmons lleva décadas en el medio pero nunca ha llegado a
lograr un papel con el suficiente peso para lucirse como en esta
ocasión, recabando en personajes secundarios donde destaca su
extravagante y descontrolado J.J. Jameson en la triología de
“Spiderman”, pero también con papeles más sobrios como el de “Juno”. Y
por otro lado Miles Teller, que ya demostró su versatilidad en “Aquí y
ahora” hace tan solo un año y está vinculado a grandes franquicias, aquí
se entrega y demuestra un talento musical remarcable. El enfrentamiento
entre el maestro y el discípulo está llevado tan al extremo que ambos
se odian y se esfuerzan por llevar al otro al límite, tanto narrativa
como interpretativamente. La dedicación de ambos profesionales a la hora
de encarnar a sus respectivos personajes va más allá de lo habitual y
profundizan tanto en el carácter que cuesta creer que solo estén
interpretando. Hay una pregunta sobre la que oscila la trama es si se
fuerza demasiado al próximo gran músico, ¿no se acabará por perderlo? Mi
valoración: 8 sobre 10. “Whiplash” se estrena este viernes 16 de enero en los
cines españoles.
Crítica de Sergio Cardete.