Los demás valores del film son, sin duda, la música y su frenetico montaje, que nos mantendrán atrapados en una historia que, por lo demás, es más o menos típica y está llena de lugares comunes; estudiante ambicioso, que quiere ser el mejor en lo suyo cueste lo que cueste, topa con profesor de genio, prestigio y métodos cuestionables.
Para la historia, además de no ser demasiado original, no ayuda lo poco que empatizamos con el personaje principal, un chaval con poco carisma que, tal vez en manos de otro actor hubiese ganado algunos puntos. No digo que Miles Teller esté mal, al contrario está muy bien, pero en sus escenas con sus compañeros de reparto siempre tiene las de perder. Sobre todo si en la mitad de tus escenas tienes delante a un actorazo como J.K. Simmons.
J.K. Simmons, es un actor de indudable valía al que no le suelen caer papeles de este tipo y que, normalmente ha sido relegado a roles secundarios. Aquí, a pesar de que se le ha considerado como un secundario, es simplemente un tecnicismo, pues para él es la parte más interesante del guión y él lleva el peso real del film. Y son sus escenas y su interpretación lo que hará que la película sea recordada. Sin duda, ha aprovechado la ocasión que le han brindado y, es muy probable, que el próximo 22 de febrero se vaya a su casa con un Oscar bajo el brazo.
En cuanto a la dirección del jovencísimo Damien Chazelle, decir que es correcta aunque se nota su falta de experiencia en algunos recursos. Aún así, habrá que seguirle la pista.
Sin duda os recomiendo Whiplash, una experiencia fílmica deliciosa en la mayoría de sus aspectos que disfrutaréis sin duda alguna.No ganará el Oscar a Mejor Película, pero está entre las nominadas con todo merecimiento.
Lo mejor: J.K. Simmons. La música. Su endiablado ritmo narrativo. El montaje.
Lo peor: La poca empatía que provoca el personaje del chaval. Algunos giros de la historia son demasiado previsibles.
Nota: 7,5/10
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure