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Whiplash. Cuestión de 'tempo'.

Publicado el 05 diciembre 2014 por Criticasen8mm @Criticasen8mm
Whiplash. Cuestión de 'tempo'.Título original:
Whiplash
Año:
2014
Fecha de estreno:
16 de Enero de2015
Duración:
105 min
País:
Estados Unidos
Director:
Damien Chazelle
Reparto:
Miles Teller, JK. Simmons,  Melissa Benoist, Paul Reiser, Austin Stowell, Jayson Blair, Kavita Patil, Kofi Siriboe, Jesse Mitchell
Distribuidora:
Sony
Acudir al visionado de Whiplash es como ir a un concierto. A un conciertazo, mejor dicho. De hecho, los numerosos temas que tienen lugar en la película fueron grabados en directo durante el rodaje, a sabiendas de que este apartado era esencial en una película de estas características. Pero ya no sólo por su genial BSO llena de jazz, sino también por la estructura de la película en sí misma, llena de ritmo y dinamismo, un duelo entre músico y director de orquesta de una potencia bestial que te golpea como a un bombo y sacude cual timbal. Y vayan cogiendo aire durante la película, porque en la recta final lo necesitarán.
Whiplash. Cuestión de 'tempo'.
La película de Damien Chazelle, joven director de 29 años que en 2010 ya dejó su sello en América con Guy and Madeline on a Park Bench, quesegún Metacritic fue una de las 20 mejores películas de 2010 y también figuró en la lista de las mejores películas en The New York Times, The Village Voice, The Chicago Tribune, The Boston Globe, Time Out New York, Film Comment y The Boston Phoenix.Pero esto no bastó para encontrar financiación para su siguiente película, por lo que a finales de 2012 Chazelle realizó un cortometraje llamado Whiplash, que ganó el premio en Sundance, lo que le ayudó a financiar su adaptación al largometraje. Un año después, fue con la película de Whiplash, y tanto jurado como público se pusieron de acuerdo y le otorgaron sendos premios: Mejor película y Premio del público. Ahora Whiplashfigura como una de las grandes favoritas en todas las quinielas de cara a los Oscars y es que es difícil no caer rendido, entre otras muchas virtudes, ante esa reencarnación del sargento Hartmann de La chaqueta metálicaque supone el instructor Terence Fletcher, inconmensurable J.K. Simmons que deja claro que eso de los papeles secundarios se le ha quedado muy pequeño.
Como alumno dispuesto a hacer cualquier cosa por llegar a la excelencia, el actor Milles Teller en el papel de Andrew Neiman. Teller debutó en 2010 en Los secretos del corazón (Rabit Hole)y desde entonces ha alternado cine independiente como The spectacular now, Project Xo Whiplashcon cine más comercial con el remake de Footlooseo Divergente. El actor sabía tocar la batería desde la adolescencia, pero aun así tomó clases para estar preparado del todo.Y es que aunque haya sido un rodaje corto, de tan sólo 19 días, ha debido ser muy intenso físicamente, ya que muchas tomas de Andrew Neiman ensayando a destajo son casi realistas, Chazelle no gritaba el “corten” hasta que realmente se le veía exhausto. Incluso la escena de la torta que le propina Simmons a Teller es real.
Whiplash. Cuestión de 'tempo'.
Un proyecto con un diferente punto de vista sobre la grandeza del músico, basado en gran parte sobre las sensaciones del propio Chazelle durante sus años de instituto en que ensañaba en una banda de jazz y su temor al estricto profesor que le enseñaba. Y de ahí nacen varias de las preguntas que nos hace la película. ¿Hasta qué punto debe llegar un profesor en la búsqueda de hacer grande a sus alumnos? ¿Hay límites? ¿Merece la pena tal grandeza? Estas y otras cuestiones que la película plantea pero deja que sea el propio espectador el que se encargue de responderlas, otro gran acierto.
Si la historia está a la altura y las actuaciones rindiendo a ritmo sobresaliente, lo que definitivamente empuja a la película hacia su particular excelencia es el portentoso ritmo, ayudado por un montaje que ofrece un perfecto 'tempo' para la partitura que Chazelle ha creado. Y es muy de agradecer que si el personaje de Fletcher le insiste tanto a Neiman en que siga el tempo, la película sepa estar a esta altura y jamás pierda el compás. Es más, se dosifica muy bien para que, cuando creas que ya lo has visto todo, aun sepa darle la nota final que requiere la película. Y no mencionar la banda sonora sería pecado, sobre todo cuando temas como esa obertura o los omnipresentes Whiplashy Caravan resonarán una y otra vez en tu cabeza más allá de la proyección. Una película muy completa en todas sus facetas para erigirse como una de las mejores películas del 2014.
9/10

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