Figurita repetida
Películas como esta funcionan únicamente en su cualidad de
pochocleras, para un público que busque disparos y explosiones en demasía y al
cual no le importe o no se detenga demasiado en la absurdidad de sus
resoluciones.
Con una trama súper trillada, White
House Down nos vuelve a sumergir en el peligro de que la Casa Blanca sea
tomada por un grupo portentosamente armado, dispuesto a todo y despilfarrando
municiones por doquier. El máximo mandatario (Jamie Foxx) debe ser salvado y mantenido a resguardo de los
paramilitares, siendo el encargado de la riesgosa y destacadísima misión
alguien que ni siquiera forma parte del equipo contratado por el gobierno (Channing Tatum). Cualquier similitud con
Olympus has fallen es mera
coincidencia.
En este carnaval de sucesos poco creíbles, Roland Emmerich parece querer sacar chapa de su experiencia en efectos
especiales e intenta impresionarnos con unas repetitivas y agotadoras muestras
de detonaciones, mientras que, por otro lado y curiosamente, las balas impactan
sobre las víctimas sin generar el derrame de siquiera una gota de sangre.
Los films suman puntos y sorprenden por brindar o incluir, en
determinadas instancias, algún que otro giro o elemento distintivo que le dé
aunque sea un motivo al espectador para recordar la obra al menos favorablemente
en algún sentido, pero lamentablemente White
House Down tiene una performance tan sosa y previsible que hasta el más
distraído puede verse venir y acertar qué va a ocurrir, quién se va a salvar y
quiénes serán los que operen como traidores en el transcurso de los
acontecimientos.
Si Gerard Butler pudo solo
contra un ejército en la resquebrajada Casa Blanca, Tatum también, y entonces todo cobra el aspecto de una copia más
mala aún que la ilógica y mencionada precedentemente Olympus has fallen.
LO MEJOR:el reparto se las rebusca para no desafinar tanto como la orquesta
narrativa.
LO PEOR:la constante sensación de “esto ya lo hemos visto”. Lo ridícula y
absurda que resulta. Prácticamente igual a la protagonizada por Butler y Morgan Freeman. Dura dos interminables horas.
PUNTAJE:3,5