La canción que vamos a escuchar hoy es la más conocida de Wayne Raney, célebre por su maestría con la armónica, que aprendió a tocar de niño, y uno de los responsables de popularizar este instrumento en el mundo del country, sobre todo a raíz de su asociación con Lonnie Glosson, otro virtuoso del mismo.
Una de las razones por las que el tema triunfó entre las clases populares es el humor que destila su letra: “¿Por qué no me arrastras y me amas otra vez, por qué no me exprimes hasta que me quede ciego?”
La versión original de Wayne Raney llegó al número 1 de las listas en 1949.
Su éxito hizo que el mismo año fuera versionada en tres ocasiones, todas ellas con muy buena prensa. Una de ellas fue la de Bob Atcher.
La segunda versión fue la de Mervin Shiner.
La siguiente cruza al terreno del rhythm and blues. El saxofonista Bull Moose Jackson y su grupo His Buffalo Bearcats la grabaron en 1949.
Dolly Parton y Porter Wagoner, en un dúo de Always, Always (1969).
En 1958 Hank Locklin la incluyó en su álbum Please, Help Me I’m Falling.
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