Revista Comunicación
Hacer lo invisible visible. Esta es la máxima que han aplicado los creadores de este curioso proyecto de light painting.
Vivimos rodeados de señales inalámbricas que no vemos, por eso Timo Arnall puso en marcha un proyecto para sacar a la luz la cobertura WiFi de las ciudades. El invento consiste en una barra de cuatro metros que reacciona al nivel de intensidad de la señal WiFi de la zona en la que está. Así, haciendo fotografías de larga exposición en la oscuridad consigue resultados similares a una gráfica que muestran los puntos de mayor o menor fuerza de la cobertura. Toda una obra de arte 2.0. Tweet