Los Caballeros de la Orden de Malta construyeron torres de defensa y vigilancia para prevenir y defenderse ante ataques de los enemigos. Estas torres estaban estratégicamente distribuidas por todo el perímetro costero de la isla, de forma que la proximidad entre ellas fuera tal que permitiese una rápida alerta ante una amenaza: si una de las torres avistaba un potencial enemigo, lanzaba señales de fuego visibles desde dos de las torres más cercanas, que a su vez podían dar la voz de alarma al resto. 
Si habéis visitado Malta, o pensáis hacerlo próximamente, seguro que veréis algunas de estas torres a diario: caminando, desde el autobús, desde el barco llegando a Comino… En la zona de St. Paul´s Bay se encuentra una de esas torres, conocida como Wignacourt Tower, que data del año 1610. Fue la primera de las seis construidas por el Gran Maestro Alof de Wignacourt, perteneciente a la Orden de los Caballeros de Malta. Es una de las más antiguas y que se encuentran en mejor estado de conservación, gracias a la fundación Din I-Art Helwa, que se ocupa de salvaguardar gran parte del patrimonio cultural maltés.
Wignacourt Tower se construyó para cumplir funciones de vigilancia y defensa, tratando de impedir que el enemigo se acercase a la costa con un armamento de seis cañones de hierro montados en el techo, de los que ya no queda rastro.
Está abierta al público desde la década de 1970 gracias a los voluntarios de la fundacion. La visita cuesta 1 euro que se destina a la restauración de otros monumentos y en su interior, hay un pequeño museo.
Desde allí hay unas bonitas vistas de St. Paul´s Bay al atardecer y también una zona para bañarse y pescar, a la que acudimos bastante durante nuestro primer verano en Malta.
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