Willow (serie TV - 2022) - Temporada 1

Temporada 1 (8 episodios de unos 50 min de duración)

Dirección: Jonathan Kasdan (showrunner), Stephen Woolfenden, Jamie Childs, Philippa Lowthorpe, Debs Gardner-Paterson

Guion: Jonathan Kasdan, John Bickerstaff, Hannah Friedman

Reparto: Warwick Davis, Ellie Bamber, Erin Kellyman, Ruby Cruz

Años después de la destrucción de la malvada Bavmorda, Sorscha es la reina de Tir Asleen. El miedo al surgimiento de una nueva oscuridad, la ha llevado a mantener oculta a Elora Danan, la elegida llamada a ser la esperanza del reino. Cuando los malos secuestran a su hijo, el príncipe Airk, Sorscha organiza una partida de rescate compuesta por su otra hija, Kit, la novia de esta, un par de soldados, el prometido de Kit (príncipe Graydon) y un delincuente excarcelado que era compañero de su esposo Madmartigan, a los cuales termina uniéndose también la cocinera, la enamorada de Airk. Tan improbable grupo parte en busca del famoso hechicero Willow, quien revela que una de las chicas de la partida es la famosa Elora Danan.

No me esperaba mucho de esta serie después del primer capítulo, ya que, como muchos subproductos modernos, da igual que la acción transcurra en un mundo de fantasía de aspecto arcaico y medievalizante, los personajes son siempre jóvenes guaperas con actitudes propias de nuestros días, tanto en su forma de hablar, como en mentalidad, como en dinámicas sociales. Pero es que es incluso peor según va avanzando la aventura.

Llega un momento en que es todo tan malo que hasta te hace gracia y lo ves para descubrir qué nueva aberración se les ocurre. La típica serie o producto audiovisual que ves para reírte y comentar los errores y estupideces varias, que, sinceramente, parecen puestas adrede. Es decir, que los productores han hecho esas barrabasadas con toda consciencia, a saber por qué.

En primer lugar, te saca del contexto que las mentalidades sean las de hoy en día. En el primer capítulo, ya vemos que la princesa es lesbiana y tiene una novia, que la cosa no es que sea raro que en un ambiente medieval o seudomedieval suceda esto, lo raro toda la gente lo vea normal y nadie se sorprenda, ya que no es lo que esperamos de una sociedad "primitiva". No solo eso, sino que hay "bailes" donde bailan "agarrado", canciones "lentas"... Eso ya en el primer capítulo... porque en otros tenemos todo un fiestón en el bosque, estilo rave, que incluye también "baile agarrado" con música moderna.

Hay escenas que parecen más ciencia ficción que fantasía, con inclusión de objetos similares a cacharros "tecnológicos", cosa que también te saca un poco (recordemos que esto lo ha pergeñado Lucasfilm, autores de Star Wars, con la que guarda sutiles semejanzas si uno se fija bien y escarba un poco la superficie...).

Warwick con su sable láser, digo con su varita mágica.

El afán por la "inclusividad" racial genera situaciones extrañas, ya que no se aprecia homogeneidad de razas según pueblos, sino que todo el mundo está mezclado como si fuera Nueva York o Londres. Ni que decir que las sociedades preindustriales no son así. Pero, bueno, yo esto incluso lo podría pasar por alto, así como también la profusión de mujeres "guerreras" que no tienen pinta de guerreras. Y bueno, también podría mirar para otro lado con respecto a lo de las actitudes contemporáneas de los protagonistas, plasmadas en conversaciones triviales y convencionales sobre sus "sentimientos" y su "relación" que salpican los capítulos, interrumpiendo la acción.

Lo que es imposible de obviar son las escenas y situaciones descacharrantes que de vez en cuando nos regala la serie. Imagínese el lector que uno de los personajes huye de sus enemigos y entra en un bosque y allí se encuentra con dos leñadoras vestidas como vaqueras del XIX o XX, con sus jeans y sus sombreros, que desaparecen de la historia como cinco minutos después. Es que estas cosas sacan de la aventura y destruyen la suspensión de la incredulidad. O que, de pronto, empiece a sonar música de rock o punk o vete a saber, pero nada que recuerde ni por lo más remoto al medievo o a historia de fantasía heroica. O que en medio de la historia, te incluyan una escena de un personaje duchándose en una cascada al estilo de los anuncios de champú, o un personaje con una camiseta serigrafiada como hoy en día...

Elora era más espabilada cuando era un bebé que ahora...

Es que este mundo imaginario parece una mezcolanza de cosas, no es homogéneo, no ves un estilo común (la ropa que llevan es tema aparte, que parece también actual), no ves "lore", parece que se van inventando la construcción del mundo sobre la marcha, así como el sistema de magia utilizado... Además, el tono varía constantemente, yendo del humor más surrealista o chusco a los dramas y problemas intimista-románticos.

Los que hacen este tipo de películas o series no sé qué pretenden ni a qué público se dirigen. A los que vieron la película original de los ochenta, desde luego que no; a los jóvenes de ahora, podría ser, pero aun así hay cosas que chirrían mucho. Y el caso es que la historia podría valer, e incluso entretener, pero es que hay demasiados detalles que no encajan para que puedas tomarla en serio.

En resumen, un producto moderno de entretenimiento con todo lo peor de las series actuales, que trata de apelar a la nostalgia de un público para el que no está hecho, con un exceso de ideología contemporánea.