Revista Cultura y Ocio

Wim Mertens en el Teatro CASYC de Santander.

Publicado el 18 agosto 2016 por Syntheticman @vozdelosvientos
Wim Mertens en el Teatro CASYC de Santander.
Se está convirtiendo ya en una saludable costumbre que todos los veranos, los responsables de la UIMP incluyan en el programa de actividades culturales un recital de alguno de los compositores contemporaneos más próximos la corriente minimalista. Tras las visitas en años recientes de Michael Nyman y Philip Glass, le tocó el turno anoche a Wim Mertens en su versión más reducida de piano y voz.
La excusa era la presentación de su último trabajo, ya comentado en el blog, que lleva por título “What Are We, Locks, to Do?”. Los que hemos tenido la ocasión de asistir a varios conciertos del músico belga sabemos que cuando hablamos de la presentación de un disco, no vamos a limitarnos a escuchar unas pocas piezas del mismo acompañadas de los temas más populares del repertorio del compositor y el concierto celebrado anoche en el Teatro CASYC de Santander no fue una excepción.
Mertens defendió con brillantez la práctica totalidad del nuevo disco en la primera parte del recital, en la que incluyó, si la memoria no nos falla, una composición inédita. Pese a que el nuevo trabajo de Mertens no se encuentra entre nuestros favoritos de su amplia trayectoria, tenemos que reconocer que su versión en directo nos encantó, llegando a entusiasmarnos en muchos momentos. El belga ofrece una gran ejecución de los mejores momentos del disco y consigue revitalizar aquellos que no terminaban de convencernos en el registro discográfico. Además, tanto al piano como a la voz, encontramos un Mertens más brillante que en las últimas ocasiones en que habíamos asistido a una actuación suya.
Wim Mertens en el Teatro CASYC de Santander.
Los más familiarizados con el músico sabrán que sus conciertos tienden a ser breves; en ocasiones limitados a la ejecución del disco que toque presentar y de unos pocos bises a continuación. Ayer parecía que iba a ser igual pero tenemos la impresión de que el entusiasmo del público hizo que Mertens se alargase un poco más de lo habitual llegando a ofrecer hasta tres tandas de bises. La primera, incluyó versiones para piano solo de piezas de su anterior “Charaktersketch” y de otros trabajos recientes (creemos que también sonó una pieza nueva). No fue hasta la segunda que escuchamos algún clásico como “No Testament”, tema que jamás habíamos escuchado con piano y voz (aunque, a priori, parezca difícil de adaptar sin las flautas y, especialmente, sin la percusión que es la auténtica protagonista de la composición) o “Struggle for Pleasure”. Cuando parecía que ya no iba a volver al escenario, el fervor del público hizo que el músico retornase para regalarnos las últimas piezas, incluyendo el que quizá sea su tema más popular: “Close Cover”.
Aunque en ningún momento se dirigió al público, vimos a un Mertens distendido y muy cómodo que ofreció un recital de gran altura en todos los sentidos y que, pese a lo arriesgado del repertorio (apenas con tres composiciones más o menos conocidas en todo el concierto), dejó un gran sabor de boca en la mayoría de los asistentes. Sólo esperamos que el éxito del concierto (con el cartel de “no hay billetes” colgado desde hacía varios días), haga que no tengamos que esperar otros trece años hasta que Mertens vuelva a visitar Santander, ciudad que no disfrutaba de su presencia desde 1993 en la gira del disco “Shot and Echo”.

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