Wim Wenders, el nuevo cine sobre Berlín

Fotograma de El cielo sobre Berlín

De la misma forma que el fin de la Gran Guerra creó el contexto perfecto para el desarrollo del cine expresionista; la década de los años cincuenta, que dejaba atrás la Segunda Guerra Mundial, sería el escenario de una renovación del séptimo arte en el país germano.

El eclipse de la renovación cinematográfica en otro países como fue Nouvelle Vague o el Free Cinema contrastaba con un cine alemán que durante mediados del siglo XX se encontraba en una parca situación creativa, mientras echaba de menos a esos cientos de cineastas que se habían refugiado del nazismo en Hollywood (personajes de tanto renombre como Billy Wilder o la actriz Marlene Dietrich).

República Federal Alemana comenzaba una renovación cultural impulsada en parte por la televisión y los nuevos medios, que ganaban terreno al cine, y dejaban un hueco abierto a la experimentación: los autores se proponían acabar con el parco prestigio del cine alemán. Así, la década siguiente marcaría el comienzo de un nuevo cine, con unos autores emergentes que revindicarán tal renovación en el cine de su país ya desde los inicios de la nueva década a través de cortometrajes.

Será precisamente en el Festival de Cortos de Oberhausen, concretamente en 1962, cuando esta joven generación firmará el Manifiesto de Oberhausen, por el cual declararán muerto el cine alemán anterior,y propondrán uno nuevo donde prime la firma del autor y la experimentación frente al coste económico que acarreen las nuevas producciones.

Sólo alguno de los veintiséis firmantes del tratado que daba por muerto el cine alemán de la época acabarían rodando cortos. A ellos les sucederán otros autores y obras como Volker Schlöndorff y “El tampor de hojalata”, Rainer Werner Fassbinder y “El matrimonio de Maria Braun” Werner Herzog y “Aguirre, la cólera de Dios”…y Wim Wenders con “El cielo sobre Berlín”.

El trabajo de Wenders cuenta la historia de Bruno y Otto, dos ángeles que observan cómo la realidad se desarrolla en Berlín. Pero los ángeles no podrán ser ajenos a ese mundo, ni a los humanos que los componen, ni siquiera impedir enamorarse de alguno de ellos.

Estéticamente, la película destaca por el cambio del monocromatismo sepia al color, dependiendo de si la visión que queda plasmada en esos momentos es la de los ángeles o la de los humanos. Los autores del nuevo cine alemán no seguirán una técnica uniforme, y lo que lo que les unirá será la pretensión de renovación y crítica del cine anterior.
Wenders tiene sus rasgos propios como autor, un cinéfilo que vivió en París el emergen de la Nouvelle Vague y de su cinefilia, y que reflexiona sobre el existencialismo a través de los diálogos de sus personajes: “¿Cómo debo vivir? Quizá esa no sea la cuestión.[...] La mayor parte del tiempo estoy demasiado preocupada en estar triste ” reflexiona la trapecista, protagonista de su película.

“El cielo sobre Berlín” describe muchos de los tópicos comunes que entran en juego en el nuevo cine alemán, como el ser humano en conflicto; reflexiona sobre la existencia, la capacidad emotiva y la incomunicación, todo ello en el ambiente pesimista de un Berlín separado por el muro; Wenders hace así mella en el presente de un país dividido tras la Segunda Guerra Mundial.

La película de Wenders es posterior a la muerte de Fassbinder, quizás el mayor impulsor del Nuevo Cine Alemán.
El estreno de la película en el año 1987, cuarto de siglo después del manifiesto Oberhausen, da buena cuenta de una característica esencial en la renovación del cine alemán, y es su duración en el tiempo; Volker Schlöndorff, Werner Herzog, Wim Wenders, etc. desarrollarían su carrera en décadas diferente, empujando unos y tomado el legado otros del nuevo cine que se gestaba en la República Federal Alemana.

Cinco años después de “El cielo sobre Berlín”, Wenderds rodaría su secuela, “¡Tan lejos, tan cerca!”, que no logaría tan buenos resultados como su primera parte. La otra película clave en la filmografía del autor alemán es la roadmovie “Paris, Texas” , donde sigue esa línea intimista y reflexiva.

Todas estas producciones surgieron una vez el director había quedado asentado en Estados Unidos. Wim Wenders porta, como muchos de los directores del Nuevo Cine Alemán, en el acervo europeo las influencias estadonidenses de su ocupación durante la Guerra Fría y de la manera en la que el cine del otro lado del atlántico influyó en el olvido del pasado y el desarrollo de una nueva cinematografía en su país.

Cartel de El cielo sobre Berlín

El cielo sobre Berlín (Der Himmel über Berlin)
1987, Alemania
Wim Wenders
Road Movies Filmproduktion, Argos Films

Dafne Calvo

Por afecto o por defecto, pero me encanta el periodismo. Sueño con un mundo dibujado sobre viñetas, donde esté prohibido comer palomitas en el cine.

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