Revista Cultura y Ocio

Wimbledon FC: Nunca volverás a caminar

Por Francisco Lobato
Es el fútbol inglés pródigo en historias de esas que nos gusta contar en este blog. A mí personalmente, la cultura que los británicos muestran hay hacia este deporte me apasiona, exceptuando, eso sí, la vertiente violenta que tan arraigada está entre los grupos ultras, los famosos hooligans, mundialmente conocidos por sus despropósitos dentro y fuera de los estadios. Por fortuna este movimiento está en decadencia, pero lo cierto es que hubo que esperar a las tragedias de Heysel y, sobre todo, a la de Hillsborough para que las autoridades británicas se pusieran manos a la obra para terminar de erradircarlo, y eso que, como ya vimos la tragedia de Hillsborough no fue provocada por hooligans, aunque así lo indicó en su momento el Gobierno inglés.
Pero el artículo de hoy nada tiene que ver con tragedias ni nada parecido, es la peculiar historia de un humilde equipo de barrio londinense, en concreto de Wimbledon, mundialmente conocido por el Open de tenis, pero que entre los últimos años de la década de los 80 y primeros de los 90 tuvo en el Wimbledon FC un motivo de orgullo entre los aficionados al fútbol. Lamentablemente, a día de hoy el club ya no existe como tal, por ello es intención de este artículo indagar un poco en su historia a lo largo de sus más de 100 años de vida, desde su fundación hasta su desaparación.
En 1889 nació el Wimbledon Old Central Football tomando su nombre de la Old Central School, una escuela de la que los jugadores habían sido alumnos, fundada en 1758 y ubicada en Wimbledon Common un extenso espacio abierto de Londres. Empezó el club con buen pie su andar, no en vano, el primer partido datado de equipo tuvo lugar contra el Westminster, saldado con victoria por 1 - 0. No tardarían en llegar las primeras alegrías al equipo londinense, de este modo, siete años después de su fundación, en la temporada 1985-86 el Wimbledon se proclamaría campeón de la Herald League y la Clapham League, repitiendo título de esta última en la temporada 1900-01.

Equipo del Wimbledon Old Centrals F.C. de la temporada 1895-96

Equipo del Wimbledon Old Centrals F.C. de la temporada 1895-96


En 1905, concretamente el 1 de mayo, el club cambiaría su denominación, de la que desaparercía el "Old Central" para pasar a llamarse Wimbledon Football Club, y parece que esta modificación le trajo suerte, porque ese mismo año se convertiría en campeón de la South London Charity Cup. Como podemos ver, se trataba de un club humilde de fútbol amateur, tanto era así que no tuvo una sede fija donde jugar, hasta que en 1912 se intalaron en Plough Lane, hasta aquel entonces, habían disputados sus encuentros en Wimbledon Common y otros lugares del barrio de Wimbledon.
En la temporada 1919-1920 el Wimbledon se inscribiría en la Athenian League, una liga amateur ya exinta, disputada por equipos de Londres y alrededores, y que por aquel entonces se reeditaba tras haber estado suspendida desde los inicios de la Primera Guerra Mundial. Aunque no le fue mal al Wimbledon, pues en la segunda temporada finalizaron como campeones, decidió abandonar esta liga para unirse a la Isthmian League, también de equipos aficionados de Londres, Sur y Sureste de Inglaterra. Era una liga más antigua que la "ateniense", su primera edición data de 1905 y a día de hoy se sigue dispuntando, por motivos publicitarios, bajo el nombre de Ryman League (cuanto daño no habrá hecho al fútbol la publicidad). También en esta liga cosechó buenos números, obteniendo el primer puesto hasta en 4 ocasiones durante la década de los años 30, donde incluso disputó la final de FA Cup Amateur en la temporada 1934-35.
Apodados como The Dons o The Wombles, gracias a los buenos resultados comenzó a prosperar y, aunque hasta la campaña 1958-59 no se alzarían con la Isthmian League por quinta vez, durante las decadas de los 40 y 50 serían subcampeones dos años y repetirían final, nuevamente sin éxito, de la FA Cup Amateur en 1947. Esta prosperidad se hizo patente durante la primera mitad de los 60, donde el Wimbledon se convirtión en dominador absoluto de la "liga del itsmo" cosechando tres campeonatos consecutivos en las temporadas 1961-62, 1962-63 y 1963-64, haciendo doblete en 1962-63, donde por fin pudieron alzar la FA Cup Amateur tras, como hemos visto, 2 finales perdidas a lo largo de su historia. La final se saldó con una victoria por 4 - 2 ante Sutton United, con un protagonista indiscutible, Eddie Reynolds, el máximo goleador de la historia de los dons, que además anotó los 4 goles de cabeza, convirtiéndose en el único jugador en anotar este número de goles y de esta guisa en Wembley, una hazaña histórica.

Pretemporada del año 1964

Wimbledon de la pretemporada del año 1964
Atrás: Les Henley (Entrenador), Gerry O'Rourke, Bobby Ardrey, Brian Martin, Tommy McCready, Eddie Reynolds, Roy Law, Mike Kelly.
Frente: Micky Moore, Joe Wallis, Paul Hodges, Stuart Davies, Dave Willis, Johnny Cartwright, Ted Murphy.


En vista de los buenos resultados y de los éxitos que estaba acumulando el equipo, para la temporada 1964-65 se toma la decisión de convertir al equipo en un club semi-profesional y entra a formar parte de la Southern Football League, donde acabarían como subcampeones esa misma campaña. Pasaría una década hasta que el nombre del Wimbledon comenzara a serle familiar a los aficionados ingleses a nivel nacional. Fue durante la FA Cup de la temporada 1974-75, donde accedieron desde la primera ronda clasificatoria, donde comenzaron a despachar rivales uno tras otro, Bracknell Town, Maidenhead United, Wokingham Town, Guildford & Dorking United, Bath City y Kettering Town cayeron ante un Wimbledon desbocado. En siguiente ronda se convertirían en el primer equipo "no League" del siglo XX en vencer a todo un Primera División a domicilio, el Burnley.
Una ronda más adelante los wombles rozarían la épica frente al que por aquel entonces era el vigente campeón de liga inglés, el inigualable Leeds United de Don Revie, enemigo mortal de nuestro admirado Brian Clough. El Wimbledon consiguió sacar un empate a 0 goles y forzar el partido de desempate, entre otras causas gracias a la intervención de su portero Dickie Guy (actual presidente del AFC Wimbledon) que consiguió detener un penalty que a la postre podría haber resultado definitivo. Pero en el replay se acabaría la suerte de los londinenses y un autogol los apearía de la competición, en un partido disputado en el estadio del Crystal Palace ante más de 40.000 aficionados.
En la década siguuiente el nivel del club no decaería y obtendrían hasta tres primeros puestos consecutivos en la Southern League durante las temporadas 974-75, 1975-76 y 1976-77, lo que los llevó a ser elegidos para disputar la Football League, esto es, la competición de liga a nivel nacional, en detrimento de Workington. Por lo que en la campaña 1977-1978 entrarían en la cuarta división del fútbol inglés.
La primera temporada del Wimbledon en cuarta división fue tranquila, acabando en mitad de la tabla, en el puesto 13º para sólo un año después, en la temporada 1978-79 finalizar como tercer clasificado y lograr subir a la tercera división por primera vez en su historia. Pero el ascenso no sentó bien al equipo, que terminó como último clasificado y se vio relegado nuevamente al más ínfima categoría del escalafón tras sólo conseguir 10 victorias. Sólo un año después, en la temporada 1980-81 se repite la película, los dons finalizan cuartos y ascienden de categoría.

Partido entre el Wimbledon TC y el Oxford United en Plough Lane

Partido entre el Wimbledon FC y el Oxford United en Plough Lane (20-04-82) | Steve Daniels


El club se convierte en un equipo ascensor y vuelve a las andadas perdiendo la categoría y volviendo a la cuarta división. Pero es aquí cuando comienza la escalada meteórica del Wimbledon con Dave Bassett como mánager del equipo. La campaña 1982-1983 se salda con un Wimbledon campeón, que asciende a una tercera división en la que no terminaba de asentarse y sólo un año después, realizando un campeonato sobresaliente en el que logran 97 goles, que los convierte en subcampeón, consiguen situarse en la segunda división del fútbol inglés por primera vez en su ya casi centenaria historia.
Tras dos ascensos de categoría en dos años consecutivos el objetivo marcado, como no podía ser de otra forma, era la permanencia, hito que se logró sobradamente. Era la temporada 1984-1985 y el Wimbledon finalizaba en una más que cómoda 12ª posición en su primera campaña en la segunda división, objetivo cumplido. Un año después, la cosa sería bien distinta, los buenos resultados acompañarían al equipo desde el comienzo del campeonato, convirtiéndose en un serio candidato para el ascenso a la máxima categoría del fútbol inglés, ascenso que se concretó en la última jornada con una victoria a domicilio contra el Huddersfield Town. De este modo el Wimbledon cerraba la campaña como tercer clasificado, por detrás del Norwich City, campeón y del Charlton Athletic, subcampeón, y cerraba un cliclo meteórico que le había llevado en cuatro años desde la cuarta división a la primera.
El fútbol británico se frotaba los ojos viendo como el Wimbledon se había colocado entre los 22 equipos más importantes de Inglaterra y eran muchos los que compartían la opinión de que aquella majestuosa racha llegaría pronto a su fin, la permanencia en la por aquel entonces First Division, se antojaba complicada. La temporada 1986-87, no comenzó bien, perdió el primer partido contra el Manchester City, quien descendería de categoría ese mismo año, pero cuatro victorias consecutivas alzaron a los wombles a la cima de la tabla. Sorprendiendo a propios y extraños, el Wimbledon se mostró fiable con un juego rocoso y efectivo que lo mantuvo en la zona alta de la clasificación durante todo el año, finalizando en sexta posición ante el asombro generalizado.
Era este Wimbledon un equipo muy particular formado por una generación de jugadores rudos. Entre todos destacaba, y no por su talento con el balón en los pies, un joven jugador llamado Vinnie Jones, que llegó para la primera campaña del club en la máxima división inglesa, en el verano del 86 y a la edad de 21 años, proveniente del fútbol amateur, afición que compaginaba con su trabajo de peón de obra hasta que se convirtiese en profesional con este fichaje. Ríos de tinta han corrido para narrar la historia de este personaje y sus andanzas como futbolista, sin ir más lejos, nuestro admirado Rubén Uría le dedicó un capítulo en su libro Hombres que pudieron reinar y otras leyendas del fútbol que ya recomendamos en este blog, y que se encuentra publicado en JotDown Magazine.

Wimbledon FC: Nunca volverás a caminar

Vinnie Jones con la camiseta del Wimbledon FC | John Sibley/Action Images


Bastaba una pequeña mirada a los ojos de Jones para saber que era el tipo con el que nunca te gustaría vértelas a la salida del pub. Despiadado y pendenciero, era de esos mediocampistas de corte defensivo no muy amigos de hacer prisioneros, irrespetuoso con el bienestar físico del rival no se cortaba al declarar:  
Si vas por mí, será mejor que acabes conmigo o seré yo el que vuelva a por ti. En cinco minutos o la siguiente temporada
Esta actitud en el césped ayudó, como puden imaginar, a que no acabara muchos de los partidos de comenzó, ostentó durante años el récord de jugador con más expulsiones en Inglaterra, 12, valor que fue superado por Roy Keane, quien dejó el poco meritorio registro en 13 tarjetas rojas. Y esto sin olvidar la tarjeta más rápida de la historia durante un partido de FA Cup cuando jugaba en el Chelsea, a los tres segundos dejó tumbado en el verde a Dane Whitehouse del Sheffield United.
No comenzaron bien las cosas en la primera temporada para Vinnie, de hecho, él mismo hablaba así del día de su debut con los londinenses:
El día de mi debut con el Wimbledon, el viejo utillero del equipo entró en el vestuario y le pregunté cómo estaba jugando. Me contestó ‘Tengo 85 años, si me dieran la camiseta con el 4, lo haría mejor'.
Pero el estilo de este sanguinario mediocampista no desentonaba en absoluto con el de resto compañeros y, por ende del equipo en general, del que el escocés Tommy Docherty, ilustre y jugador y posterior entrenador sentenció:
El himno del Liverpool es Nunca caminarás sólo, el del Wimbledon es Nunca volverás a caminar
Este tipo de comentarios que podrían resultar despectivos o indecorosos, no parecían importar demasiado a la excéntrica generación que conformaba al Wimbledon de aquellos años. El propio Vinnie Jones, declararía en clave de humor inglés:
La Federación me ha dado una palmadita en la espalda porque he acabado con la violencia en las gradas. La he llevado al campo.
No debemos olvidar que estábamos inmersos en los años de la sanción que impedía a los clubes ingleses jugar competiciones europeas. Tras la prohibición de la UEFA después de los sucesos de Heysel en mayo de 85, ya desde la administración se intentaba combatir el hooliganismo, aunque las medidas efectivas no comenzaron a tomarse hasta que se sufrieron las duras consecuencias de la Tragedia de Hillsborough en de abril de 1989. De este modo, no sólo la cita alusión de Jones hacía alusión al fenómeno hooligan, Dave Basset, que fuera entrenador del Wimbledon dejó claro:
En este club los únicos hooligans son los jugadores.

Vinnie Jones haciendo gala de su fama de jugador sucio con un joven Paul Gascoigne

Vinnie Jones haciendo gala de su fama de jugador sucio con un joven Paul Gascoigne


Así las cosas, tras la primera experiencia del Wimbledon FC en la primera división, el anteriormente mencionado David Bassett dejaría el equipo que, para siguiente temporada, la 1987-88, caería en manos de Bobby Gould, quien conseguiría llevar al equipo al mayor éxito de su historia. Y como pueden imaginar, no lo hizo cambiando la forma de entender el juego de sus jugadores, desde luego no fue como Brian Clough en su primer entrenamiento en el Leeds United. El Wimbledon de aquellos años era el gran valedor de ese postulado matemático que dice que la menor distancia entre dos puntos es la línea recta.
Era lo que se conoce como kick and rush, patea y corre, así que podemos olvidarnos de el más mínimo intento de elaboración, para adentrarnos en el fútbol físico, duro, de destrucción, incómodo para el rival que esperaba su momento pacientemente y que solía llegar mediante alguna jugada a balón parado que era rematada a la red tras el cabeceo de una de las torres del equipo, o tras una melé en el área. Aún recuerdo en una de las primeras temporadas del ya legendario programa de Canal+ El Día Después, cuando era presentado por Nacho Lewin y Michael Robinson, un reportaje sobre el Wimbledon de principios de los noventa en el que hicieron un recorrido por los goles de los innumerables 1 - 0 que los dons llevaban cosechados durante la temporada, y créanme, todos estaban cortados por las mismas tijeras, balón al área y gol, por lo civil o por lo criminal, pero la pelota entraba. Sir Bobby Robson, al que los aficionados españoles recordamos de su etapa en el banquillo del Barcelona, con Mourinho como segundo al mando se refirió del siguiente modo en cierta ocasión para hablar de los tantos del equipo londinense:
Ha sido el típico gol del Wimbledon: triste, miserable, pero muy eficaz.
Pues con este fútbol simple pero efectivo y, dicho sea de paso, no muy alejado del que han estado practicando muchos equipos ingleses hasta bien entrados los años 90, los dons tenían en mente mantenerse una año más en la First Division. Y lo consiguieron, a su forma, pero lo consiguieron, y es que hay detalles en el fútbol más allá del talento que también cuentan, y esto es el sacrificio, la intensidad, la concentración, la veteranía, y, por qué no decirlo, la intimidación. El periodista español Enric González lo definió bien:
Nunca dan un balón por perdido ni una pierna por inalcanzable.
Un año más la testiculina del Wimbledon los mantuvo en la zona alta, acabando la temporada como séptimo clasificado (el año anterior sexto), pero no fue éste el mayor éxito de la historia que mencionábamos antes, fue la consecución de la FA Cup, todo un hito. Para llegar a la final, el Wimbledon se mostró firme y no dio síntomas de flaqueza, pasando todas las eliminatorias por la vía rápida, sin recurrir al replay. En primer lugar se desharían del West Bromwich Albion con una victoria en casa por 4 - 1; en la ronda siguiente la víctima sería el Mansfield Town al que vencerían a domicilio por 1 - 2; también a domicilio y ya en octavos de final se despacharían a gusto con todo un Newcastle United, al que superarían por 1 - 3; los cuartos los disputarían como local derrotando al Watford por 2 - 1; y por último, en semifinales, consegurían el pase a la final tras derrotar al Luton Town por 1 - 2 en White Hart Lane. De este modo, los wombles llegaban a la final de la FA Cup por primera vez en su historia, enfrente tendrían al equipo inglés más laureado de la historia, el Liverpool FC.

Lance de la final de la FA Cup de 1988 disputada por el Wimbledon FC y el Liverpool FC

Lance de la final de la FA Cup de 1988 disputada por el Wimbledon FC y el Liverpool FC


Dicen algunos entendidos en esto del balompié que pocas veces en la historia de la FA Cup hubo un favorito tan claro para la victoria como en 1988 el Liverpool. Lo cierto es que no soy un seguidor fiel de las finales de esta competición, pero recuerdo el Wigan Athletic - Manchester City de hace un par de años donde pocos daban un duro por el equipo entrenado por aquel entonces por el español Roberto Martínez. Pero lo grande de este deporte es que no siempre gana el equipo más poderoso, al final todo se resume a una disputa de 11 contra 11, en el que cualquier error o acierto puede decantar el resultado hacia un lado u otro.
El Wimbledon FC saltó el 14 de mayo de 1988 al extinto estadio de Wembley sabedor de que aquella podría ser la primera y última vez que disputaría un partido de aquella entidad, no podían fallar. El Liverpool suponía que tendría un partido duro y complicado contra un rival rocoso que no daría un respiro durante 90 minutos, pero en el fondo pensaba que al final su calidad se impondría para conseguir una nueva FA Cup que en aquel año en concreto significaría el doblete, puesto que algunos días antes ya se había proclamado vencedor de su 17ª liga.
El partido, en cuanto a su planteamiento, dio poco lugar a la sorpresa, un Liverpool con la iniciativa y el control del balón buscaba la portería de un Wimbledon serio, bien dispuesto en el campo y que buscaba pacientemente su oportunidad a través del contraataque o mediante balón parado. Tras algunos acercamientos con cierto peligro del Liverpool, en el minuto 36 de la primera parte se movería el marcador por primera y única vez durante el partido. Gol típico de los dons, falta botada por Dennis Wise desde el lateral del área, practicamente en el córner derecho de la portería defendida por el mítico y longevo a partes iguales, Bruce Grobbelaar, balón al áerea pequeña y remate de cabeza a la red del norirlandés de casi 1.90m Lawrie Sanchez. De aquí al final tocaba defender resultado.
Ya en la segunda parte con el partido perdido, el Liverpool siguió apretando más y más sin perder la cara al partido hasta que en el minuto 60 tuvo la oportunidad más clara de todo el envite. John Aldridge se adentra en el área y es claramente derribado por Clive Goodyear, el árbitro lo ve y pita penalty. El propio Aldridge se encargaría del lanzamiento que hubiera supuesto el empate, pero el portero del Wimbledon, Dave Beasant, adivinó la trayectoria del balón y lo desvió a corner, convirtiéndose en el primer portero en la historia que paraba un penalty en una final de la FA Cup durante el tiempo reglamentario. De aquí al final más de lo mismo, empuje de los reds y resistencia numantina londinense que permitió ganar al Wimbledon FC la primera y única FA Cup de su historia, que por otra parte no le permitiría disputar la Recopa por la sanción que la UEFA mantenía sobre los equipos ingleses que ya hemos comentado anteriormente.

Tras el pitido final, como podemos ver en el vídeo anterior, el comentarista de la BBC, John Morson delcara lo que viene a ser traducido al español algo así como: la Crazy Gang (banda de los locos) vence al club de la cultura. Este apelativo se haría muy popular para hablar del excéntrico y controvertido grupo de jugadores de aquel, ya mítico Wimbledon.
En los años venideros el nivel del club no bajaría y mantendría la categoría en la temporada 1988-89, donde finalizaría 12º y en la 1989-90 como 8º, ya sin Vinnie Jones en el equipo, quien jugaría en el Leeds United, Sheffield United y Chelsea para volver en el 92 a los dons. Pero a pesar de estos buenos resultados para un equipo de tinte humilde como el Wimbledon, Bobby Gould fue reemplazado por Ray Harford, un entrenador de prestigio que llevó al Luton Town a cosechar la Copa de la Liga de la temporada 1987-88, año en que el Wimbledon consiguió la FA Cup tras, precisamente, derrotar en semifinales a este mismo equipo.
Gould guió al club al séptimo puesto en la campaña 1990-91 para posteriormente dejarlo en octubre de la siguente temporada. Poco antes, el Wimbledon tras un intercambio de terrenos con el Crystal Palace, dejó atrás el que había sido desde tiempo inmemorial su estadio: Plough Lane, para afincarse en Selhurst Park. La plaza de Bobby Gould en el banquillo fue ocupada por Peter Withe quién apenas duró meses, pues a comienzos de 1992 fue sustituido  por Joe Kinnear, entrenador de los escalafones inferiores del club, que consiguió un año más mantener la categoría obteniendo el 13er lugar en la clasificación que daba derecho a participar el año siguiente en lo que sería el primer año de la Premier League.
En los años siguientes, el Wimbledon seguiría cumpliendo el objetivo de la permanencia, logrando un meritorio 6º puesto en la temporada 1993-94, o el 9º puesto de la temporada siguiente que le daría acceso a jugar la Copa Intertoto. Quizás su última buena campaña en la Premier League sería la correspondiente a la temporada 1996-97, donde finalizaron la liga como octavos clasificados, aunque pelearon gran parte de la temporada por el quinto puesto que daba acceso a disputar la Copa de la UEFA. Además alcanzaron las semifinales de la FA Cup, donde cayeron ante el Chelsea de Gianfranco Zola y Roberto Di Matteo, que a la postre sería campeón; también llegarían a semifinales de la Copa de la Liga donde el verdugo sería el Leicester City, también futuro campeón.

Wimbledon FC: Nunca volverás a caminar

Wimbledon FC campeón de la FA Cup de 1988


A partir de la campaña siguiente, el equipo entró en barrena siguiendo una pautas que se repetían campaña tras campaña, y es que a pesar de que comenzaba las temporadas de forma sólida se iba desinflando con el paso de las jornadas. Este fue comportamiento se repitió hasta que el 14 de mayo de 2000, el día del 12º aniversario de la consecución de la FA Cup el equipo firmaría su descenso de categoría tras una derrota por 2 - 0 ante el Southampton y la victoria por 1 - 0 del Bradford City sobre el Liverpool. Acaban de este modo 14 años consecutivos en la división de honor del fútbol inglés, todo un hito que parecía imposible cuando comenzó la aventura.
Fue sin duda este descenso el principio del fin de este club histórico. En el verano de 2001 comenzaron los movimientos desde la dirección del club para trasladarse a Milton Keynes, 70 millas al norte de la ubicación tradicional del club y a pesar de la firme oposición de la mayoría de los aficionados del equipo. Pero el 5 de mayo de 2002, la liga de fútbol (The Football League) el equivalente español a la LFP y la The Football Association, lo que vendría a ser nuestra RFEF, en ambos casos salvando las distancias, daban permiso permiso al traslado y al cambio de denominación del nuevo club a Milton Keynes Dons Football Club. Seguro que a algunos les suena este nombre, pues el verano pasado se hizo famoso por el 4 - 0 que le endosó a todo un Manchester United en la Copa de la Liga, todo un logro para un equipo de la Football League One (tercera categoría del fútbol inglés).
Pero como era de prever, el equipo se fue pero no con él la lealtad de los aficionados, que se pusieron manos a la obra para lo que consideraban era la refundación de su equipo de siempre. De esto modo nació en 2002 el Association Football Club Wimbledon que tras disputar ligas amateurs juega en la Football League Two (cuarta división inglesa) desde la temporada 2011-2012. Existe pues una polémica bastante agria entre quien es el auténtico sucesor de aquel mítico Wimbledon de la Crazy Gang entre los aficionados del MK Dons y del AFC Wimbledon, pues cada uno se atribuye el honor.
En cualquier caso esta es la biografía breve de un equipo que pasó por la historia por muchas razones más allá que por sus títulos.
Fuentes:
http://en.wikipedia.org/wiki/Wimbledon_F.C.
http://en.wikipedia.org/wiki/1988_FA_Cup_Final
http://es.wikipedia.org/wiki/Milton_Keynes_Dons_Football_Club
http://en.wikipedia.org/wiki/AFC_Wimbledon
http://www.jotdown.es/2011/11/ruben-uria-vinnie-jones-un-autentico-animal/
Frases De Fútbol de MIGUEL GUTIÉRREZ (ISBN: 9788415242154)

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