Revista Comunicación
Windows no es Linux. Eso está claro y existen múltiples explicaciones. Cada cual puede escoger la suya. Una de ellas es la económica. Linux es un software libre (en sus dos acepciones, ver la doble semántica de free, 7 enero 2015) y Windows un software propietario, y por lo tanto, con licencias de pago. Sin embargo, desde julio de 2015, las actualizaciones de Windows 10 desde Windows 7 u 8 eran gratuitas. Sin embargo, tras un tiempo en el que unos 300 millones de windowslovers han actualizado sus equipos, Microsoft anuncia que la oferta caducará el 30 de julio. A partir de esa fecha, quien decida instalar este sistema operativo, tendrá que adquirir la licencia de uso por 120$ ¿Quedará algún interesado que no haya aprovechado la oferta en este año y que espere hasta el mes de agosto para pagar por un producto que podría ser gratis? ¿Habrá intentado Microsoft quitarse de en medio problemas de soporte con versiones antiguas? ¿O habrían intentado una colonización de los equipos domésticos por parte de Windows 10, para copar el mercado y dominar los apps markets? alfonsovazquez.comciberantropólogo