Alabada por la crítica más afín al cine independiente nos encontramos ante un drama salpicado de thriller que indaga en lo más profundo y desagradable de la cultura rural americana y que le valió a Jennifer Lawrence una merecida primera nominación al Oscar. La película se regocija en un extenuante y sosegado ritmo narrativo que sólo sirve para estirar una trama que no tiene mucho que contar y que intenta profundizar en unos personajes que acaban por hastiar con sus divagaciones. En casos como éste no hay punto medio, o te fascina y te atrapa su particular propuesta o la aborreces para siempre sin remedio.
Mi puntuación: 4/10