Public Strain es un álbum en deuda con los parajes más ruidosos del underground de los años 80, sobre todo con los primeros Sonic Youth.
Lo que puede parecer -en un primer sorbo- turbio, monolítico, tirando a gris, deja escapar con las escuchas detalles de una esmerada producción, un trabajo que abstraerá a los aficionados a fisgonear en busca de pequeños tesoros aquí y allá.
Can’t you see es el preludio de lo que está por llegar, como el amor y el odio, existe una lucha entre la parte instrumental y la parte vocal. Bajo el cielo mustio que dibujan las guitarras, detrás de la amenaza constante de samplers chirriantes y hambrientos de white noise, adivinamos la melodía, parece que morirá ahogada y asoma la cabeza entre toda la maraña.
Ya estamos preparados para lo peor y tenemos esperanza para lo mejor, China Steps, hipnótico en sus fundamentos parece un track de Confusion is Sex, guitarras desafinadas, misterio y tensión subrepticia. Uno se da cuenta de que no va escapar. Lo que unos llaman aburrido es una macedonia de detalles intangibles, de esos que los disfrutas o pasas de largo.
Y es que tal vez el truco consista en que al principio nos parece familiar y por ello nos dejamos llevar por los hermanos Flegel hasta que descubrimos que ya no se puede volver atrás. Demasiados quiebros, vueltas de tuerca y lógica desintegrada para ser capaces de adivinar lo que sigue. Factor sorpresa. Aunque no todo está perdido para la causa pop: Locust Valley teje perfectos estribillos bajo ecos que entierran por momentos el desconcierto sónico. Y Narrow with the Hall nos recuerda que una vez existió una banda que se llamaba Velvet Underground.
Public Strain cierra un triángulo cuyos otros dos vértices son Deerhunter y Autolux y nos hace intuir que Women será –nos tememos- una banda que quede relegada a los pequeños clubs pero -qué demonios- en los pequeños clubs ha sido donde más nos hemos divertido…
Amazon / Insound
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