Todos no tenemos la suerte de tener un vestidor bien amplio donde la ropa de verano e invierno comparten espacio sin necesidad de hacer cambio de temporada, incluso muchos hemos tenido que sacar huecos en las paredes de diferentes rincones de la casa para poder conseguir más almacenaje. Por suerte la tendencia Backstage entró en nuestro hogares hace un par de años y diseñadores, diy, y grandes almacenes como IKEA nos demuestran que un raíl de ropa en la habitación convive perfectamente con cualquier otro elemento decorativo y a su vez la ropa se convierte en una pieza más que da vida a nuestros interiores, un ejemplo perfecto de fusión entre moda y espacio, un retail en casa.
Seguro que conocéis ya miles de ejemplos: la rama de un árbol que cuelga sutilmente de unas cuerdas amarradas al techo, unas barras de cobre lacadas o no que encajan entre sí formando un rectángulo perfecto de las que hablamos hace tiempo aquí, o incluso este manual que publicamos unos meses atrás para conseguir un raíl así de sencillo y bello. Muchos modelos e ideas hemos ido recopilando todo este tiempo, pero hoy queremos mostraros una en particular.
Se trata de Woodstock de Jeroen van Leur, disponible en tres tamaños y acabados, es singular en cuanto a su forma. Maravilla la originalidad con la que interactúa con el interior, de forma que podía considerarse una obra de arte minimalista, y su manera de acogerse a la pared y al techo de forma simétrica. Recoge una vez más lo que el consumidor quiere en su casa, belleza, funcionalidad y ligereza visual. El packaging recoge cada una de sus piezas en una sencilla bolsita de lino en la que casi podría leerse "llévalo donde quieras".