Revista Música
Si te paras a pensar, hace muchos años que te fuiste, pero el tiempo se cuela tan rápido como el sol en su ocaso, detrás de un bello horizonte; y es que a todos nos parece que fue uno de esos días del “ayer” cuando tu cuerpo decidió que había suficiente de ese juego. El recorrido de salida, en cambio, fue lento y doloroso. La crónica de una muerte que nunca debería haber sido anunciada y que duró poco más de cinco eternos años, donde silenciaste los daños colaterales, siendo sólo alcanzados a unos pocos, de esta forma nos ahorraste sufrir a nosotros. Fuiste muy generoso. Evitaste a toda costa hacer un show de la desgracia y ser el centro de atención. Eso mismo te define como persona. Esta póstuma lección debería servirnos para aprender el significado de la lucha silenciosa y el llanto en soledad, y, es que al fin y al cabo pocos deberían ser partícipes u observadores de los males ajenos, así pensabas tú.¿Sabes? siempre se suele decir que “no hay nadie irremplazable” y creo firmemente que es una solemne mentira, y aunque se repita mil veces, en algunos casos nunca se convertirá en verdad. Tú no tienes reemplazo, estos años, des de tu partida hasta el día de hoy, me lo han demostrado. Más que dejar un vacío en nuestras vidas dejaste un socavón que sólo es llenado por tu legado, eso siempre permanecerá, y es lo único que la vida no nos podrá quitar ni a ti, ni a mí. Hacía tiempo que no te escribía, demasiado. El torbellino diario te distrae de lo esencial pero ello no signifique que no estés presente en infinidad de aspectos, creo que lo sabes, eres parte de mi maleta de viaje, y en muchos momentos susurras a mi dispersa mente melodías que me calman y acompañan en este tránsito vital. Te considero un maestro cuyo viaje me da coraje a mí para emprender mi vuelo y a replantearme situaciones. Una vez dijiste una frase, entre otras muchas que podrían pasar a la posteridad y es que decías que “no te importaba revolcarte entre la basura mientras te divirtieras con ello”. El mensaje era bien claro, pero desde que la escuché le he dado muchas vueltas y me cuestionaba si todo era lícito para pasarlo bien, y la respuesta, según mi visión, es que sí, lo es, mientras no perjudiques a nadie. Sólo tenemos una oportunidad y entendiste bien que no nos la podemos tomar en serio porque tampoco saldremos con vida de ella. Siempre conmigo, siempre aquí, siempre tuya