Se extienden como una epidemia por todas las agencias del mundo y no hay quien los pare. Los chicos del estudio Mizaplas los han llamado cariñosamente Worwankers. Dinosaurios creativos ejecutivos, devoradores de premios, destructores de ideas, en general desprofesionales de la publicidad cuya principal aportación al sector son los tópicos que a continuación se ilustran.
Vía The Denver Egoist