Wrap up #12 feb’21

Ya estamos metidos/as de lleno en marzo, pero todavía me quedaba pendiente contarte cómo me fue febrero en lo que a lecturas se refiere. Y lo cierto es que no estuvo nada mal. Cierro el mes contenta porque, a pesar de ser tres días más corto que enero, me dio tiempo a leer un libro más y conseguí algunas cositas interesantes, como acabar una trilogía y el libro que estaba leyendo en inglés. Incluso, hasta hice el segundo abandono del año…

En total, febrero me trajo 7 lecturas y un cuarto, que sería ese abandono del que te hablaba antes. Con todo esto, he sacado cinco libros más de la Lista Madre y aunque el reto no avanza a la velocidad que me gustaría, también es verdad que se me han cruzado otras lecturas y que, a pesar de haberme saltado mi propia norma de no comprar nada este año, estoy dándole caña a lo nuevo para que no se acumule. Y no se me está dando mal por ahora.

El primer libro en caer en febrero fue “Y si tú me recuerdas”, de Iris Romero Bermejo. Con esto, cierro la trilogía de Alana, sobre la que probablemente te hablaré más tranquilamente en una reseña. Pero bueno, por ahora te diré que esta última parte ha sido entretenida y muy fácil de leer, pero no tan divertida como la segunda. En general, creo que es una trilogía que merece la pena leer aunque seguramente no sea de esas historias que te dejan huella. Pero para un ratito de disfrute sí que da.

“Rescate gris”, de Cristian Perfumo, llevaba en mi lista de pendientes desde 2019. Y es probable que hubiera continuado ahí un poquito más, de no ser por unos correos que me llegaron de Edición Anticipada. Ofrecían dos libros, así que pedí el otro y descargué este en el Kindle para leerlo cuanto antes. Se trata de un thriller que ocurre en la Patagonia argentina, ambientada en el momento en el que el volcán Hudson entró en erupción y su ceniza afectó a la zona. Es cortito y muy fácil de leer porque engancha, pero la historia no se va a quedar contigo.

“Spiculus”, de Juan Tranche, fue el libro que pedí a Edición Anticipada. Esta novela histórica ambientada en la Roma de Nerón, en el siglo I d.C., prometía mucho, pero ha acabado siendo mi peor lectura de febrero. Hubo muchas cosas que no me gustaron y creo que a esta historia le habría venido bien una última buena revisión, pero también es cierto que la trama de Nerón no me disgustó y que todo lo referente a los gladiadores me pareció interesante porque desconocía mucho el tema. Creo que no lo recomendaría, pero si te llama la atención, deberías probar y valorarlo tú mismo/a.

“Survive. Drive. Win”, de Nick Fry y Ed Gorman ha sido una de mis dos mejores lecturas de este mes. Bueno, en realidad, este libro me ha tenido ocupada desde principios de enero porque mi ritmo leyendo en inglés es el que es, aunque creo que empieza a mejorar un poco. Me ha gustado mucho conocer los entresijos de lo que fue la salida de Honda de la Fórmula 1 a finales de 2008, un hecho que acabó siendo la semilla de una de las eras más exitosas de esta categoría. No era una historia totalmente desconocida para mí, pero me ha poder conocerla mejor.

Como ya te he dicho, mi propósito de no comprar nada este año está muerto y enterrado. La meta ahora es leer, cuanto antes, todo lo que vaya llegando. Y por eso “El perro de terracota”, de Andrea Camilleri, está en esta lista. Esta novela es la segunda parte de la serie sobre el comisario Montalbano y apareció en las ofertas de Kindle Flash por solo 0,94€. ¿Cómo iba a dejarlo pasar? Este tipo de libros se leen con mucha rapidez porque son entretenidos y la trama avanza sin demasiados adornos, así que ha sido una buena lectura. Ya tengo la tercera parte en la lista de deseos, para cuando surja la oportunidad.

“Cómo ser antirracista”, de Ibram X. Kendi, ha sido mi otra mejor lectura del mes. En este libro, el autor hace un repaso de su vida como niño, adolescente y hombre adulto afroamericano para mostrarte todos aquellos momentos en los que fue racista y cómo ha trabajado para superarlos. Me ha parecido muy interesante por toda la información que aporta, pero sobre todo por la sinceridad y la humildad desde la que te lo cuenta. Creo que es uno de esos textos que todos deberíamos leer porque te hace darte cuenta de cuánto nos queda por aprender y cambiar.

Y, para cerrar el mes, otra nueva adquisición ya leída: “Rutina de entrenamiento para escritoras en ciernes”, de Alicia Pérez Gil. Este libro te ayuda a entender un poco mejor todo el trabajo que lleva detrás un libro y a organizarte si pretendes escribir algo pero no sabes muy bien por dónde empezar. La autora hace una especie de comparación entre la planificación para escribir un libro y la preparación para correr un maratón. Y lo hace de una forma sencilla y amena, pero muy completa. Como curiosidad, el libro está escrito en femenino, pero no es solo para mujeres. Me ha parecido muy original porque creo que es la primera vez que me encuentro con esta forma de escribir.

En cuanto al abandono, se trata de “Sol, playa y asesinato”, de Julia Montenegro. Este libro es el primero de una serie de (creo) cinco, de la que yo tengo este, el segundo y el cuarto. Le tenía ganas porque la portada me llevó a pensar que podía ser una de estas historias divertidas en las que hay una detective aficionada que resuelve un crimen. Pero me rendí sobre la página 50 (que era casi el 40% de la novela) porque la protagonista no me estaba gustando nada y la historia no terminaba de engancharme. Una pena, la verdad, porque podrían haber sido unos libros perfectos para intercalar entre lecturas difíciles.

Y eso fue todo lo que dio de sí el mes de febrero. Como ves, no ha estado nada mal ya que ha habido dos muy buenas lecturas y el resto, salvo por el abandono y esa pequeña decepción, tampoco han estado nada mal. Ahora toca ver cómo va marzo, en el que tengo puestas ciertas esperanzas porque por fin va a caer “Puertas de fuego”, de Steven Pressfield, y voy a probar suerte con el Marzo Asiático que organiza Magrat Ajostiernos.

Y tú, ¿qué leíste en febrero?