Pues ya está aquí agosto. El 2020 corre que se las pela y casi que mejor así. Llámame optimista, pero creo que cuando más tiempo pase, más cerca estaremos del final de esta pesadilla pandémica. Aunque ahora mismo eso parezca una quimera… Pero no estamos aquí para hablar de virus ni de enfermedades, sino de lecturas. Concretamente, de las que hice durante el mes de julio. Vamos allá.
Durante el mes de julio leí 10 libros. ¡10! Mi segunda mejor marca lectora de este año, igualando la del mes de abril y solo superada por la de mayo, que fueron 12. Como ya te imaginarás, con tanto libro hay mucha tela que cortar, por lo que voy a pasar ya a la parte en la que te hablo de cada uno individualmente.
“La maleta de Ana”, de Celia Santos.
Estrené este blog con la reseña de “Más rápida que la vida”, la segunda novela de Celia Santos. La idea de aquella novela salió, precisamente, del proceso de documentación de esta. Así que comprenderás que tenía que leerla. Y aunque me lo pensé un poquito, ha resultado ser una lectura interesante, de las que cuesta soltar. La trama transcurre en Alemania, en los años 60. Ana, la protagonista de esta historia, al igual que muchas otras mujeres españolas, se ve obligada a emigrar hasta allí para trabajar en una fábrica de piezas para automóviles. No es lo que suelo leer, pero ha sido una buena experiencia. Muy recomendable.
“Doble silencio”, de Mari Jungstedt (Gotland #7).
Mi primera lectura para el reto ALP de julio es, a la vez, la penúltima que planeo hacer de esta serie. En esta ocasión, la autora utiliza la muerte de Ingmar Bergman, el vecino más ilustre de Gotland, para trazar una trama de muertes y desapariciones. Y Knutas y su equipo serán, una vez más, los encargados de resolver el enigma mientras intentan arreglar sus propios conflictos personales. Ha sido una lectura del montón, olvidable, con un caso que no está mal, pero que tampoco resulta demasiado especial. Pero Emma va perdiendo protagonismo, cosa que se agradece.
“Todo se desmorona”, de Chinua Achebe (Trilogía Africana #1).
Gracias a la iniciativa del #BlackHistoryJuly organizada por Trotalibros, me hice con una buena lista de ideas para próximas lecturas. Y esta estaba entre ella. Por eso la compré en cuanto la vi rebajada en Amazon. En otro tiempo, es muy probable que no hubiese leído este libro, pero ahora me alegro de haberlo hecho. Es una historia original entre mis lecturas habituales, con el que no solo he conocido algún que otro detalle de la vida de algunos pueblos nigerianos, sino que también he probado la literatura africana. Y creo que voy a repetir.
“Migración e intolerancia”, de Umberto Eco.
Este es el libro más corto de cuantos he comprado durante este 2020. No pensé que sería esta mi primera lectura de este autor, pero ha sido interesante que haya sido así. Se trata de un conjunto de discursos que Eco hizo en su día, todos relacionados con la migración, el racismo, la intolerancia y, en definitiva, la estupidez humana. Se lee en un ratito y tiene algunas reflexiones muy interesantes. Ahora lo suyo sería conseguir y leer, por fin, “El nombre de la rosa”. Lleva demasiado tiempo en mi lista de pendientes y ya va siendo hora de tacharlo. ¿Cuándo ocurrirá? A saber…
“Monólogos de la vagina”, de Eve Ensler.
Otra lectura cortita, interesante, con muy buenas reflexiones y de esas que merece mucho la pena recomendar. En este caso, hablamos de feminismo y de mujeres con y sin vagina. Y de la necesidad de mencionar esta palabra (vagina) en voz alta sin complejos ni vergüenza. Esta edición, en concreto, es una actualización de 2018 del libro original, publicado en 1998. Por eso no solo incluye el texto original, sino que también tenemos textos escritos por otras mujeres relacionadas con el movimiento surgido a raíz de estos monólogos. Como decía al principio, muy recomendable.
“Once anillos”, de Phil Jackson.
Mi otra lectura del reto ALP del mes. El mes pasado vi The Last Dance, el documental sobre Michael Jackson de Netflix. Por eso me lancé a esta lectura, para completar la imagen antes de empezar a olvidarme de lo visto. Y tengo que decir que ha sido una experiencia muy interesante. Es un repaso, a través de estas memorias, de la consecución de los once anillos que convierten a Phil Jackson en el entrenador con más títulos de la NBA. Todo ello mezclado con mucha filosofía budista y de los nativos americanos, así como un montón de recomendaciones de lecturas sobre estos mismos temas.
“La estrella más brillante”, de Marian Keyes.
En julio me he reencontrado con Marian Keyes, que es una de mis escritoras favoritas. En esta ocasión, la historia que nos cuenta se sitúa en un edificio, el 66 de la calle Star, donde conocemos a varias personas cuyas vidas están en un punto importante. A esto, añádele que hay un visitante especial que le aporta un punto de misterio a la trama hasta bien pasada la mitad del libro, cuando empezamos a intuir (o descubrimos) quién es. El libro me ha gustado, pero no tanto como otros que he leído de la autora. Una vez más, construye una historia que cuesta soltar, pero me ha resultado una lectura un pelín tristona.
“Viaje al centro de la Tierra”, de Jules Verne.
Sigo trabajando en reducir mi lista de clásicos pendientes y este ha sido el último en caer. Se trata de la lectura que mi madre y yo hemos hecho conjuntamente durante julio y tengo que decir que me he llevado una pequeña desilusión. Ya intuía que me iba a costar porque las aventuras no son lo mío, pero ya tengo la confirmación. No me ha gustado la historia y tampoco la forma en que está narrada. Axel, el protagonista y narrador, me ha parecido innecesariamente “pomposo” en su forma de contar lo sucedido. Sé que hay otros grandes títulos de este autor, pero yo me voy a tomar un tiempo antes de volver a él.
“Yo soy más de series”, de Varios Autores.
Este libro reúne 60 artículos escritos por otros tantos autores sobre otras tantas series. Todas ellas tienen en común, como dice el subtítulo, haber cambiado (cada una a su manera y en la medida de sus posibilidades) la historia de la televisión. Si eres fan de las series, esta puede ser una lectura interesante para ti, aunque creo que funciona mejor una vez que las hayas visto todas, porque no es muy difícil encontrarse con algún que otro spoiler. Así que si buscas recomendaciones, ve con cuidado.
“No madres”, de María Fernández-Miranda.
La no maternidad es un tema que me interesa bastante pero sobre el que no hay demasiada información (o yo no la encuentro). Por eso me llamó tanto la atención este libro. Aquí conocemos la historia personal de la autora, que la ha llevado a convertirse en una no madre. Además, nos acerca los testimonios de diez mujeres populares, de diferentes profesiones y edades, que han decidido (o la vida lo ha hecho por ellas) que no van a ser madres. Y como broche de oro nos habla de unas cuantas más que ya no están entre nosotros/as, pero que tuvieron vidas plenas a pesar de no llegar a ser madres (por decisión o por imposición). Un libro que se lee en nada, pero que deja mucho poso. Una lectura muy recomendable tanto para todas las mujeres, independientemente de si son madres o no lo son y de si quieren serlo o no quieren (o no pueden).
Y hasta aquí el recuento de lecturas de julio. No puedo quejarme porque han sido muchas lecturas y la mayoría me han gustado. Además, ha habido variedad. Ahora toca ver cómo se desarrolla agosto.
No me enrollo más porque ha quedado una entrada más bien larguita. Así que solo te recuerdo que el lunes tenemos la entrada típica de los planes lectores. El martes y el jueves le toca el turno a las reseñas. El viernes habrá un nuevo “¿Qué he visto?”, con todas las series, los documentales y las películas que han caído durante el mes de julio. Y cerramos la semana bloguera el sábado, con un jugoso book haul (como no podía ser de otra manera, para mi regocijo y, a la vez, desesperación). Yo, si fuera tú, no me lo perdía…
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