Revista Cultura y Ocio
Puede que julio esté que se nos cae encima, pero mientras siga siendo junio no me sentirá tan mal por retrasar estas entradas. Durante el mes de mayo logré hacerme un hueco entre tantos trabajos y exámenes para leer siete libros. En general fueron lecturas muy variadas, pero la indiscutible protagonista del mes fue la literatura clásica. ¡A ellas!
+ Un viaje entre gitanos de Emmanuel Guibert (2/5): La novela de Guibert nos lleva al viaje que realiza el periodista y fotógrafo Alain Keller a través de Europa para contar la historia del pueblo romaní, quizás es el más perseguido, rechazado y estigmatizado del viejo continente. A caballo entre la novela gráfica y el reportaje fotográfico, la historia de Un viaje entre gitanos no logró emocionarme en lo más mínimo. Keller viajó durante diez años para acercarse a esta cultura y esperaba ser conquistada con las experiencias y anécdotas que tuvo. En cambio, me topé con información que podría encontrar en dos clicks y las paradas que hizo el periodista en su éxodo.
+ Sostiene Pereira de Antonio Tabucchi (3'5/5): El Portugal de 1938, oprimido por el régimen dictatorial de Salazar, es el este contexto donde Tabucchi nos presenta a Pereira. Nuestro protagonista se dedica a dirigir la sección cultural de un periódico, y aunque parezca ser un personaje anodino, la llegada de Monteiro Rossi a su centro de trabajo marcará su vida. La sinopsis de este libro puede no decir mucho, pero esta novela encierra un manifiesto contra la opresión y la indiferencia de la sociedad increíble.
+ Saga: Capítulo uno de Brian K. Vaughan y Fiona Staples (5/5): Mi lectura favorita del mes, y probablemente se cole en mi lista de favoritos del 2015 también. Las líneas de Vaughan y el arte de Staples sigue la historia Alana y Marko, una pareja que encuentra el amor en medio de una guerra interplanetaria y forma una familia con el nacimiento de su hija. Romance, acción, violencia, risas. Dilo y Saga lo tiene, es un reto.
+ Cumbres borrascosas de Emily Brontë (3'5/5): Fue aquí donde las cosas se empezaron a poner más clásicas. Este libro lo había empezado a leer el año pasado, pero cuando mi papá se enfermo detuve su lectura porque la historia de Catherine y Heathcliff es todo menos optimista. Disfruté mucho de la única novela de Emily Brontë, sus personajes están construidos de manera magnífica y me hicieron sentir tanto que hubiera podido matarlos con mis propias manos si fuese posible. Eso sí, estoy segura que todos quienes me pintaron esta novela como "una de sus historias de amor preferidas" no han tocado este libro ni con un palo.
+ Peter Pan de James M. Barrie (3/5): Conocí esta historia del mismo modo que ustedes, gracias a la magia de Disney. Las primeras páginas me gustaron un montón, Barrie manejó un humor que me hizo reír como una niña con el personaje del Señor Darling. Sin embargo, cuando el escenario cambió por Nunca Jamás, sentí que la historia perdió ritmo. Una recomendación: si quieren leer este libro, no escojan mi edición —aquí la pueden ver mejor— que la traducción es terrible. Los señores Gentil, Jorge, Juan y Wendy; lo único que faltaba era que titulen el libro Pedro Pan y lo lanzaba a una hoguera.
+ Frankenstein de Mary Shelley (4/5): Frankenstein es de esas novelas que crees conocer, pero a la hora de leerlo te das cuenta que has vivido una mentira. De hecho, durante el primer capítulo del libro pensé que se habían equivocado en editar mi libro, que la cubierta y el contenido no eran del mismo libro. Una grata sorpresa, uno de los personajes más increíbles que he tenido el placer de leer y un clásico más que va a mi lista de favoritos.
+ Las flores del mal de Charles Baudelaire: Colección de poemas considerada como la más importants de la poesía moderna. Lo llevaba leyendo desde abril, intercalaba sus poemas con otras lecturas para que este libro se me hiciera un poco menos denso porque fue escrito hace más de 150 años y se nota con cada palabra. Hasta ahora no me quedo tranquila con ninguna explicación de cómo se traducen poemas tan antiguos.responder