Serena Williams parece haber dejado atrás un complicado principio de temporada, en el que la recuperación de su lesión en el pie y, luego, un problema pulmonar la mantuvieron alejada de las pistas. La estadounidense consiguió hoy su segundo título consecutivo, al derrotar en la final del WTA de Toronto a la australiana Samantha Stosur, décima preclasificada. La ex número uno del mundo se impuso por 6-4 y 6-2, en una hora y 17 minutos de juego, y sumó el 39º trofeo a su palmarés personal.
El encuentro arrancó parejo, con las dos muy sólidas con sus saques. Williams, sin embargo, fue un poco más agresiva y presionó a su contrincante en todo momento. Así, consiguió dos break points, de los que convirtió uno en el noveno game para adelantarse 5-4 y luego cerrar el parcial con su servicio.
Stosur bajó mucho el nivel en la segunda manga. La australiana perdió efectividad con el servicio y cometió más errores, porque se dejó dominar por los nervios.
Del otro lado de la red, la estadounidense continuó desplegando un gran tenis. Serena ganó el 92% de los puntos que disputó con el primer saque, convirtió siete aces, ninguna doble falta y sólo cedió una chance de quiebre, que su rival no pudo concretar. Frente a una adversaria cada vez más desconcentrada, la menor de las Williams no tuvo problemas para sumar dos breaks y sellar el resultado.
Este fue el segundo festejo del año para la ex número uno del mundo, quien se había coronado en Stanford, el 31 de julio pasado, al vencer a la francesa Marion Bartoli. Es, además, la segunda vez que Williams se queda con el trofeo de la Rogers Cup. En el año 2000 se había consagrado en esta misma ciudad, ante su compatriota Jennifer Capriati.
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Foto: Yahoo Sports
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