Wu-Tang Clan - Enter the Wu-Tang (36 chambers)
Si caminara con más estilo. Si tuviera un ritmo envidiable. Si mi lengua volara y se adelantara a mi cerebro soltando las palabras, una tras otra tras otra tras otra, armando rimas densas, oscuras, inundadas de flow de imaginería ultraviolenta-pop. Si todo eso, yo no sería ni una ínfima parte de lo que son (o supieron ser) los negros de Wu-Tang Clan.No tanto una banda si no más un colectivo, el grupo neoyorkino surgió a principios de la década del 90 como la voz (o voces) más original, renovadora y honesta que el hip hop hubiera soltado en mucho tiempo. Reformulando los paradigmas del género, los Wu abrieron un panorama áspero e hipnotizante, como quién traspone la más cruda calle en un paraje sonoro inusitado: Lo que queda después de esas trescientas rimas por segundos es un mundo extraño, donde la calle, las drogas y la violencia urbana se aunan con un desconcertante gusto por el cine B de samurais, el regodeo lingüístico, el humor bizarro. La banda sonora, las melodías, bases, notas que se extienden como nieve (o rocío) sobre estás calles son fantasías inclasificables, pequeñas joyas de minilimanismo lo-fi, envolventes procesiones de beats alucinados. Unos "dums" desnsos desarmadores, algún piano, un scratch se mezclan, se disparan aleatorios e incomprensibles, y lo que parece un desorden pobre y triste toma forma debajo de los dedos de RZA (productor del disco) y se transforma en melodías intensas, atrapantes, que nos toman de los oídos y nos tiran al medio de este intenso mundo ninjarapero.Y ahí los negros, 9 (si, NUEVE) de los mejores raperos que NY tenía para ofrecer por esas épocas, que se acomodan, se interpelan, se refuerzan entre ellos y en conjunto construyen mágnificas anecdotas de puro placer sonoro. The Rza, The Gza, Method Man, Ol Dirty Bastard, Raekwon, Ghostface Killa, Inspectah Deck, U-God, Masta Killa. Que todos estos nombres entren en un solo disco (ni hablar un solo tema) es sospechoso, parece más signo de exageración que de inteligencia. Y sin embargo no es así. Las voces, únicas, inconfundibles, se complementan perfectamente, nunca cansando, siempre sorprendiendo y todas sumando a una seguidilla de 12 temas clásicos, rocas fundacionales de algunos de los momentos más felices y fantásticos del hip hop actual.Y por si no me creen, aca los tienen en el genial Protect Ya Neck:
Artistas similares: Cappadonna, Redman, Mobb Deep, Big L, Nas
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