Un barco de energía solar de WWF
Para WWF, esto supone un grave retroceso en la política energética del país, al frenar el desarrollo de un sector puntero en España. Como consecuencia inmediata, la organización destaca la deslocalización de empresas y cierre de PYMES, así como la pérdida de puestos de trabajo e incertidumbre sobre los 300.000 empleos previstos en el Plan Energías Renovables.
Según el Observatorio anual de la Electricidad de WWF, en 2011 tanto la producción eléctrica como la demanda han disminuido respecto a 2010. Esto es un reflejo del menor consumo como consecuencia de la crisis económica y el descenso de la actividad industrial, siendo cubierta en su mayor parte por nuclear y ciclos combinados de gas.
El año 2011 finalizó con un incremento en las emisiones totales de CO2 del sector eléctrico de un 30,4% respecto a 2010, debido al aumento del carbón nacional (más caro y más contaminante), que se ha duplicado. En cuanto a la cobertura de la demanda, los primeros puestos los ocupan las energías convencionales: la energía nuclear lidera el ranking con un 21,2% de producción, seguida de los ciclos combinados de gas natural, con un 18,6%, y el carbón (16%). Las energías renovables pierden peso en el mix de electricidad, ya que la eólica y la hidráulica han sufrido un importante descenso en 2011 en comparación con 2010.
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