Wyatt es un ladrón. Un ladrón profesional concienzudo que hasta el momento ha evitado el largo brazo de la justicia. Pero ya se está haciendo mayor, y algunas de las nuevas tecnologías y fórmulas comerciales le están haciendo cada día más difícil llevar adelante sus trabajos. De ahí que busque un gran golpe para poder retirarse. Y éste le es propuesto por Eddie Oberin, un traficante de información que hasta la fecha le ha dado buenos resultados en sus trabajos.
Como es habitual en Wyatt, la preparación del golpe es minuciosa, pues cuentan con la información de la antigua esposa de Oberin, Lydia, que conoce a las víctimas de este gran golpe, los joyeros Henri y Joseph Furneaux, personajes un tanto facinerosos, pero que resultan casi cómicos al lado de su pariente Alain LePage, un conocido correo internacional de joyas y objetos robados, cuyo trabajo es acompañar la mercancía en tránsito para luego desaparecer cuando esta es entregada, y que es un sicario despiadado, eficiente y ambicioso.
ni heroísmo ni salvaciónY el gran día llega, el gran golpe es llevado a cabo... Y empiezan las sorpresas.
Todo esto además embutido en un thriller de acción imparable, en el que los giros de trama y las sorpresas nos asaltan desde las primeras páginas, y no nos abandonan hasta su impactante desenlace. Esto logra que nuestra curiosidad no nos permita apartarnos ni un momento de un texto lleno de acción, con sorpresas, trampas y traiciones continuas, y que parece divertirse a nuestra costa al despistarnos ante cualquier previsión de resolución o final de la historia.Muy a destacar es el elenco de personajes de la novela, de caracteres muy marcados, todos ellos atravesados por un afán implacable de realizar sus deseos, y en general importándoles muy poco todo lo que deban llevarse por delante para conseguir sus metas.Así nos encontraremos con mujeres fascinantes tanto por su belleza o sensualidad, como por lo que luchan en pos de sus anhelos crematísticos o amorosos, ladrones que se dejarán hasta su identidad con tal de triunfar en sus apaños. Y como suele ser habitual en el mundo anglosajón, y especialmente en las novelas australianas que hemos podido leer últimamente, aparecen unos policías amargados, cretinizados y fácilmente corruptibles, desnortados y que no dudan en usar la violencia en su fútil pelea con los delincuentes.Y aunque la ciudad de Melbourne es el telón donde se llevará a cabo el desarrollo de la historia, el autor parece darle de lado continuamente, al resaltar los aspectos más anodinos e incluso desagradables, tanto del escenario urbano como de sus gentes.Uno de los mejores thrillers que hemos leído en los últimos tiempos, pues nos ofrece una novela divertida, de la que cuesta mucho despegarse, ya que nos ofrece una de las mejores historias de ladrones y robos que este humilde reseñador ha leído nunca. ¡No se la pierdan!
Pàmies, 2016Compra en Casa del LibroJosé María Sánchez Pardo