Una X de sexo y violencia es lo que propone este psychothriller deudor en grado sumo del subgénero "trash" setentero. Aquella década fértil en la que proliferaron el erotismo burdo y el salvajismo de baja estofa para goce de mentes calenturientas. Como nosotros nos incluimos por edad o propensión entre ellas nos lo hemos pasado pipa viendo el desbarre que unos jovencitos descerebrados y unos abueletes de mal envejecer se montan en garrulandia, Texas para más señas. Es que tanto humor cáustico y destripe sin mayor pretensión que el divertimento bien elaborado sacia nuestros bajos instintos y nuestra cinefilia malsana. Que quede entre nosotros
Puntuación @tomgut65: 6/10