'X-Men: Días del Futuro Pasado', de Bryan Singer. Una decepcionante nueva esperanza

Nivel de spoilers: Alto

Es duro estar viendo una película y no poder parar de pensar "esto debería gustarme mucho más". No por mis expectativas previas, si no porque los ingredientes del film, lo que me está contando, me gusta. Pero no CÓMO me lo están contando. Así que culpo de mi decepción a la dirección de Singer, que no logra imprimir energía y dinamismo a un material tan jugoso. Ay, Vaughn, por qué me has abandonado...
Se podría afirmar que esta peli es lo opuesto a 'The Amazing Spider-Man 2': Aquella, en teoría, no funcionaba demasiado bien si uno pensaba en lo que estaba narrando, descubriendo varios problemas estructurales y temáticos. Pero eso era la teoría, lo que uno podía ver imaginando a la cinta diseccionada sobre un papel. Sin embargo, en la práctica resulta, al menos para mí, una película emocionante y muy disfrutable que sigo defendiendo firmemente.
En esta, sin embargo, sé que prácticamente todo lo que cuenta es bueno. Como ocurría en 'X-Men 2', Singer carga todo el peso en los personajes y sus relaciones. Así, vemos a un joven Xavier profundamente deprimido que debe recuperar la esperanza, la sabiduría y la faceta optimista que lo caracteriza. Tenemos también a Mística con más protagonismo que nunca (como fan del personaje, aplaudo) ante un destino muy aciago y con un dilema moral que decidirá el destino de los mutantes. Por su parte, el Magneto encarnado por Michael Fassbender es ya un villano con todas las de la ley, con motivaciones cada vez más extremas y con unos métodos difícilmente perdonables.
Ellos son el magnífico trío protagonista (siempre sobre el papel, recordemos), personajes complejos, interesantes y bien interpretados, siendo el siempre genial Lobezno el que echa a rodar la trama y une las épocas que la cinta nos muestra. Una herramienta narrativa y un secundario de lujo más que otra cosa, pero a estas alturas se agradece que se reduzca su papel.
Sumemos a esto mis adorados viajes en el tiempo y tendremos una trama a la que pocas pegas se le pueden poner. Sí, es cuestionable la necesidad real de meter a Magneto en el ajo, y choca bastante ver a un personaje tan fascinante cumpliendo una función tan simplona, extrema y poco desarrollada. Además, no me convence la completa ausencia del componente superheróico (los mutantes se salvan a sí mismos, punto), pero en general la parte "teórica" da para un film bastante notable.
Por desgracia, la puesta en escena de Singer es... aburrida. No puedo evitar pensar en todo momento "venga hombre, date brío, que te duermes". Como ya pasaba en X2, confunde profundidad, intensidad y dramatismo con repetir los mismos discursos grandilocuentes una y otra vez, hacer que los personajes lloren y usar la cámara lenta para remarcar los momentos dramáticos.
Pero en realidad se queda en la pose, es pura fachada. Y al dedicarle tanto tiempo a conceptos superficiales que pillamos enseguida, acaba quedando una sensación de pesadez, un pensamiento de "hala majo, que sí, métele caña". Falta chispa, energía y diversión. Y por supuesto, emoción en los momentos que deberían hacernos soltar una exclamación ahogada. ¿Recordáis el momento de 'First Class' en el que Magneto desvía una bala y alcanza a Charles? ¿Recordáis la sensación? Bien, pues no está aquí. En ningún momento. Ni siquiera durante el clímax, pues por muy intensito que se ponga Singer, está claro que ese desolador futuro va a cambiar sí o sí.
Y vaya si cambia. Toda la línea temporal queda alterada, así que salvo 'First Class', ningún film anterior tal y como lo conocemos ha sucedido. Podemos suponer que muchos hechos no han cambiado, pero Jean y Cíclope siguen vivos, así que como mínimo parte de X2 y 'X-Men III' han sido completamente borradas. Lo cual me encanta, pues abre la puerta a una saga renovada y, esperemos, mejorada. Ahora siento que la película definitiva de la Patrulla-X es posible. Solo queda imaginar lo que querríamos ver y rezar por que se cumpla, porque, por poder, pueden hacer TODO.

Lástima que la saga esté en manos de un director que parece haber perdido las fuerzas. Hay buenos momentos, como el segmento en París, la batalla inicial o la estupenda escena de Mercurio. Pero es que TODAS las escenas podrían haber sido geniales. Y sin embargo, lo mejor de la cinta es el jugoso e incierto futuro que plantea para la saga, no lo que es en sí misma. Cosa que no sucedía, queridos amigos, con la mucho más criticada y "serializada" 'The Amazing Spider-Man 2'.
¿Decepcionados ante mi decepción? En fin, ya sabéis la facilidad con la que cambio de opinión. A saber lo que os digo en unos meses.