Érase una vez un jugón compulsivo llamado codenar. Estaba un día codenar deambulando por los tejemanejes de eBay en busca de algún título de Gamecube, cuando se topó con el pack de X-Men Legends 1 & 2 por 15 euros. "¡Albricias!" - pensó - "Qué barato, no creo que estos juegos valgan nada, pero voy a echar un ojo a su crítica por si las moscas". Para su sorpresa, codenar descubrió alabanzas por doquier, definiendo los títulos como la mejor aparición de los mutantes en un videojuego en muchos años. Y ni corto ni perezoso, a por la oferta que se lanzó. Esta historia no es otra que la de un hombre estafado.
Trama
Los gráficos también pretenden aportar su granito de arena al homenaje, motivo por el cual se optó por el cel shading como técnica a implementar. Lo cual es, en principio, una decisión acertada. El problema es que el resultado final es demasiado tosco e imperfecto. Los modelos del cuerpo son demasiado angulares. Los rostros son directamente de chiste, Ecce Homos adelantados a su tiempo. Estamos hablando de una plataforma que usando cel shading logró una maravilla gráfica como es Wind Waker. Y yo disto mucho de ser uno de esos graphicwhores, pero cuando algo está mal hecho pues está mal hecho. Una imagen vale más que mil palabras.
X-Men Legends es un Action RPG tipo Diablo. 4 mutantes recorriendo escenarios pequeños pero llenos de enemigos, en los que básicamente solo hay que matar todo lo que se mueve y alcanzar los objetivos marcados en el mapa. Vamos, lo típico. Nada nuevo bajo el sol.
El abanico de hombres de la patrulla X a nuestra disposición es bastante amplio. Una pena que en la práctica todos sean casi idénticos. Cada héroe dispondrá de 4 habilidades supuestamente únicas, pero que salvo excepciones se pueden resumir en esto: una de daño a un enemigo, una de daño a varios enemigos, un bufo y una habilidad todopoderosa de daño masivo. Casi todos los mutantes se acogen a este esquema, lo cual hace que la diferencia de llevar a uno u otro sea mínima. Uno de los que se desmarca un poco es Iceman, capaz de paralizar a los enemigos.
Sí, ya le pego yo. No os canseis, ¿eh?
El otro parámetro que diferencia a los mutantes es el tipo de daño que hacen. Existe daño físico (Lobezno, Coloso, etc.), daño energético (Cíclope, Tormenta, etc.) y daño mental (Jean Grey, Emma Frost, etc.). Los enemigos en la mayoría de los casos presentarán resistencia a uno de esos daños, en contadas ocasiones a dos, con lo cual es casi obligado llevar al menos a un mutante de cada uno de los tipos. Dentro de cada uno de los tipos la eleccion es casi irrelevante, ya que como digo son prácticamente idénticos.
Una vez escogemos una misión y desplegamos a los 4 mutantes en el mapa, iremos controlando a uno de ellos (que podemos cambiar por otro en cualquier momento) mientras los 3 son controlados por una de las IAs más tramposas que yo recuerdo. Podemos configurar el comportamiento de nuestros compañeros de tres modos: agresivo, neutral o defensivo. Pero todos sirven para lo mismo, ya que no harán NADA. En modo agresivo atacarán y en defensivo pasarán de todo, pero lo mismo da, porque los ataques de la máquina no hacen daño. O hacen muy poquito.
Para lo único que sirve la IA es para provocar combos, que aumentarán el daño del ataque.
Eso sí, que salgan o no es pura casualidad
Es ver a Lobezno estar pegando al más usurero de los soldados y observar como su barra de vida apenas baja. Cosa rara. Escoges a Lobezno, le pegas una ostia al soldado y pum, muerto. La perfecta definición del comportamiento de tus compañeros es esa, tramposa. Porque los jodíos de ellos todavía te dejan decidir como se comportan. Qué cachondos.
El juego, que obviamente es consciente de la situación, lo equilibra haciendo que los enemigos hagan un focus descarado al personaje que tú controlas en ese momento. Y si por casualidad un ataque impacta en uno de los mutantes que no controlas tú lo mismo da, porque apenas le hará daño. En resumen, que al final los 3 compañeros están ahí para nada. Probablemente su presencia activa en el escenario se justifique como excusa para permitir al jugador cambiar de mutante en el transcurso de la acción. Pero el resultado es jodidamente cutre.
Asi que al final la estrategia simplemente consiste en ir controlando a un mutante que pueda saltarse las resistencias de los enemigos de cada zona. Y poco más.
Si los videojuegos fueran como los juguetes de Toy Story, mi X-Men Legends II tomaría prozac
Un aspecto a tener en cuenta a lo largo del desarrollo de las misiones es la administración de pociones de salud y maná. Y no porque escaseen, sino porque obtenerlas es un coñazo inexplicable. En los escenarios se podrán destruir multitud de objetos: cajas, barriles, pequeñas construcciones, contenedores.. vamos, prácticamente todo. Y algunas, muy pocas, nos dejarán una poción o un poco de dinerín. Ir por ahí golpeando todos los objetos del escenario puede sonar divertido, pero os prometo que a los 10 minutos acabas hasta la pepi. Menos mal que los enemigos también pueden dejar pociones al morir.
El mencionado dinero se utilizará básicamente para comprar equipo para nuestros mutantes. Los podremos equipar con 3 tipos de objetos, siendo la decisión bastante trivial en 2 de los 3 casos. Solo en el primero de ellos, donde el equipamiento presenta más peculiaridades, podemos estar un ratito (poco) pensando sobre qué equipación escoger. Eso si no se tiene el equipo único para cada mutante, momento en el cual la decisión vuelve a ser inmediata. Aunque lo normal es que no se tenga ese equipamiento, porque para conseguirlo hay que hacer multitud de mini desafíos secundarios la mar de aburridos.
Lo que sí hay que reconocer al juego es la capacidad de recompensar al jugador, pudiendo encontrar por el escenario multitud de artwork, comics, y otros coleccionables. En ese sentido los fans de la saga pueden estar más que contentos, ya que hay mucho material para desbloquear. Incluso habrá un pequeño trivial sobre preguntas de los comics, a 6 puntos de experiencia por respuesta acertada. Es un añadido bastante simpático.
Sinceramente, estoy sorprendido por las críticas positivas de un juego que en el mejor de sus apartados no supera la mediocridad. Y que en el peor roza lo terrible. Los fans de la saga probablemente sepan disfrutarlo, pero a los que no lo seáis os aconsejo huir de este título. En el mejor de los casos os parecerá un entretenimiento liviano. Y en general, una experiencia tan anodina que no tardareis mucho en olvidarla. Me temo que la segunda parte que adquirí nunca saldrá de su caja.