Xavi, Robinho y un mal llamado “madriditis”

Siempre he tenido respeto a Xavi, siempre me ha parecido un jugador excelente dentro del campo y muy moderado en sus declaraciones y apariciones públicas. No sé si se ha dejado contaminar por la prensa, tanto la madrileña como la catalana, pero ayer empecé a notar un brote de esa epidemia llamada “madriditis” que lleva extendiéndose un tiempo por Can Barça.
Esto fue lo que dijo en TV3 el canterano culé: “Allí (refiriéndose a la prensa de Madrid) tienen que vender periódicos pero se demuestra que no es fuera de juego. No se habla de un penalti de Ibra... tienen que vender y cuesta digerir allí que vayamos cinco puntos por delante del Real Madrid".
Bien, vayamos por partes. Xavi quejándose de un penalti no pitado. ¿Hacemos memoria? Recordemos el derbi en el Camp Nou en la primera vuelta donde, no pudiendo con el Espanyol, Xavi sufre un desmayo, un desvanecimiento súbito y cae en el área. Como no, el árbitro pita penalti y gol de Zlatan Ibrahimovic que deja los tres puntos en casa. Creo que no tendrá queja del colegio arbitral.
Por otro lado, en sus últimas declaraciones hay otros síntomas claros de “madriditis”. El uso de expresiones como “fichar a golpe de talonario” (¿Ibra vino regalado no?) o decir “la capital” con ese tonito al hablar de la ciudad de Madrid son claramente síntomas de esa enfermedad que hizo que el F.C. Barcelona llegase al extremo de lucir números amarillos con tal de que en la elástica blaugrana no hubiera pizca de blanco. Xavi, háztelo mirar que sino acabarás como Joan Laporta o peor, como su tocayo Gaspart.
“O Rei Robinho”
“Y Dios creó a Robinho” Aun recuerdo ese tipo de titulares después de su debut con el Real Madrid en Cádiz. Robson de Souza, ese jugador que se declaró en rebeldía en Brasil para lucir pedaladas en Europa. Ese jugador que se declaró en rebeldía para ir a la élite inglesa y ser el mejor jugador del mundo. Ese jugador que ha vuelto a llorar para volver al fútbol brasileño tras fracasar de nuevo. Ahora dice que del Madrid salió “insatisfecho” de “una forma equivocada” y que en el City le apoyaron en su decisión. Hijo mío, en Manchester están dando palmas con las orejas por haberse librado de ti y en Madrid aun nos reímos de esas ruedas de prensa en las que desafiabas al club diciendo que querías ir al Chelsea. El tiempo pone a cada uno en su lugar.