Para hablar de este niño terrible, cinco películas no parecen mucho, sin embargo, la intensidad de cada una es extraordinaria. Es cierto que no son películas fáciles de digerir, pueden rayar en lo exagerado y hasta en lo teatral; sus contenidos son siempre temas complicados: incomprensión, soledad, homosexualidad, búsqueda de identidad y por supuesto, la relación madre-hijo. Como antesala al estreno de “Juste la fin du Monde” (Solo el fin del mundo), y cumpliendo más con un placer que con una obligación, les dejo una retrospectiva de “L’enfant terrible”, Xavier Dolan.
“Amamos a nuestras madres casi sin saberlo, y sólo nos damos cuenta de lo arraigado que es ese amor en la separacón última”René Albert Guy de MaupassantAsí comienza Xaviel Dolan su opera prima. Escribió el guion de esta película a los dieciséis años, la actúa, produce y dirige a los diecinueve. “Yo maté a mi madre” fue su tarjeta de presentación en Cannes a los intempestivos veinte. Ahora con veintisiete años, seis películas en su haber (como director) y una en producción, todo sigue apuntando a que Dolan mantiene su ascenso acelerado.Hubert Minel (Xavier Dolan) vive con su madre Chantal Lemming (Anne Dorval), quien se hace cargo de él desde su divorcio. Hubert un adolescente de 16 años lidiando con todos los problemas propios de la edad y descubriéndose a sí mismo como homosexual. Un prometedor estudiante de pintura comienza un romance con su compañero de clase Antonin (François Arnaud) sin saber cómo decírselo a su madre.
La intensidad de los diálogos en la cinta convierte esa titánica lucha madre-hijo en un duelo entre los actores. La tragedia se asoma durante los cien minutos de la película, lo que deja una sensaciónincómoda en los espectadores, porque más que en una sala de cine, te sientes en medio de una discusión, o inclusive como parte de ella. Si algo tiene “Yo maté a mi madre”, es que es 100% visceral y honesta. Su primera cinta le valió a mozalbete de 20 años una ovación de pie y tres premios en la Quincena de Realizadores en Cannes.2.- Les amours imaginaires (Los amores imaginarios). 2010
Marie (Monia Chokri) y Francis Riverekim (Xavier Dolan) son los mejores amigos, siempre van juntos para todos lados, son confidentes y se conocen perfecto uno al otro. Francis es homosexual así que no hay manera de que surja una relación de pareja entre ellos. En una reunión conocen a Nicolas (Niels Schneider) un joven recién llegado del campo por el que los dos se sienten atraídos. Conforme su enamoramiento aumenta su relación comienza a fraccionarse.
“Los amores imaginarios” bien podrían pasar como una película testimonial, y no sólo hablando de la vida del director, sino hablando de la vida de todos en algún momento. La cinta habla de amor, al menos así la titula, pero eso de “imaginarios” para mí lo traduce, por un lado, en enamoramiento, y por el otro, en algo que sólo pasa en nuestro universo personal porque el objeto de deseo ni siquiera está enterado.

3.-Laurence Anyways. 2012

“Sobre aviso no hay engaño” y Dolan lo advierte: vamos a ser testigos y espectadores de una historia de dolor e incomprensión. Una mujer en el cuerpo de un hombre.








Para su sexta película Dolan, se basa en la obra del dramaturgo francés Jean-Luc Lagarce quien muere en 1995, a los 38 años víctima de SIDA. En esta obra conoceremos a Louis (Gaspard Ulliel), un enfermo terminal que, tras 12 años de ausencia, regresa a casa para dar a su familia la mala noticia. Marion Cotillard, Vincent Cassel, Nathalie Baye y Léa Seydoux se convierten en las nuevas caras del infante terrible. “Juste la fin du monde”, con todo y que no fue por todos bien recibida, trae bajo el brazo el Premio del Jurado Ecuménico Cannes 2016, así que considere eso una invitación para ir a verla, ahora que ya tiene todos los antecedentes de este niño genio del cine.
