Los políticos están aprovechando que nuestra memoria colectiva dura menos que un helado en Agosto. Xavier Trias se ha desmarcado con que hará aparecer en su programa la Reforma de la Diagonal. Si no fuera por las hemerotecas podría parecer que Xavier Trias ha tenido una idea para mejorar la ciudad, pero hay que recordar que para el líder de CiU en la ciudad hace un año, la reforma de la Diagonal no era prioritaria y prefería destinar la inversión (pensado para invertir en el mandato que viene) en equipamientos sociales debido a la grave crisis económica en la que estamos.
Ahora mismo la crisis económica sigue igual o peor que el año pasado, los problemas de los ciudadanos van en otro sentido como ya lo expresaron en el referéndum. Lo peor de esto no es que un político se descuelgue con una variación de 180º en su postura en una cuestión importante del programa es el desparpajo y la poca ética política del momento de hacerlo.
Xavier Trias fue el artífice de que en el referéndum de la Diagonal hubiera una opción “ni A, ni B”, ya que fue la condición para que apoyara el referéndum, hizo campaña de tapadillo por la “C” y criticó sin parar que el ayuntamiento no informara de que existía la opción “ni A, ni B”. Aprovechó un tema como la Reforma de la Diagonal para hacer leña electoralista.
Ahora se da cuenta que la Diagonal realmente merecía ser reformada, que no podemos permitir que Barcelona tenga el tráfico sin pacificar en una de las arterias más importantes de la ciudad. Y ahora se preocupa por proponer una reforma de la Diagonal. Ahora que sabe que el oponerse por oponerse no le va a repercutir votos como hace un año, ahora presenta una alternativa en lugar de hace un año para que los ciudadanos pudiésemos votarla, para presionar a Jordi Hereu para que incluyera sus ideas en las propuestas que votamos hace casi un año.
Ya estamos acostumbrados a que Xavier Trias proponga ideas que son de otros, como por ejemplo, cuando hace dos años sacó 100 propuestas para la ciudad que eran una burda copia del plan de Actuación Municipal, o que CiU se desdiga de lo que dijo en campaña, como los pasos atrás que está haciendo Artur Mas en retirar los 80km/h, en querer reclamar el concierto económico o en eliminar funcionarios.
Pero en este caso hay un agravante. La estafa que haría los ciudadanos, puede que el proceso de consulta de la Diagonal no fuera el mejor llevado de la historia, pero una vez que pones a los ciudadanos a decidir y estos deciden, se ha de respetar. Descolgarse ahora con la reforma de la Diagonal es realmente no querer respetar la más mínima voluntad de los ciudadanos, es desacreditar la política y la participación política. Pero ya sabemos que para Xavier Trias, la participación ciudadana solo le es interesante para desgastar al gobierno de la ciudad, no para gobernar. Sobretodo para querer invertir en la reforma de la diagonal y no querer realmente solventar el problema de la movilidad y unir los tranvías. Un verdadero despropósito.