Xenia Tchoumitcheva

Esta chica, de apellido ruso, es suiza y fue la Miss oficial de su país hace cinco años. ahora se la relaciona con Fernando Alonso, uno de los asturianos más rápidos, por lo menos al volante de un Ferrari y se apunta como tercera persona en el matrimonio que el piloto tenía con la Sra. del Rosario. Los comienzos son duros, y el padre de Fernando tuvo que gastar mucho tiempo y mucho dinero, en formar poco a poco al joven campeón, sin las ayudas que se ofrecen a otros deportistas. ahora, el bicampeón del mundo se codea con cantantes solistas y top models, porque así es la vida, y el glamour tiene algo de contagioso y también de adicción, al fin y al cabo. Los deportistas de élite, las modelos, los ricos de cuna, los artistas de cine, viven en otro planeta sustancialmente diferente al que conocemos el resto de los mortales, a quienes nos queda admirar la belleza de la joven en una foto de estudio, mientras escuchamos en la televisión el zumbido de un Ferrari que nunca llegaremos a conducir. No sé si Raquel y Fernando pasarán unas buenas navidades; tampoco me preocupa, pero no dejo de tener la sensación de que los ricos también lloran. Las penas que arañan el alma entienden poco de estudios fotográficos o deportivos rojos y lo que no puede ser no es, y además, es imposible, como decía el torero. La felicidad está pescando con caña en la ría del Eo, mientras al espíritu le sobreviene una inquebrantable fe en la vida eterna, como decía un buen amigo mío. Seguro que ahora mismo, no viaja en Ferrari a más de trescientos kilómetros por hora, para llegar a disfrutar ríos de Mum con los “DJ” más famosos de la Costa Azul. Inalcanzable.