Hace unos días, encontré por casualidad un artículo en la revista S Moda que hablaba sobre una chica que en California es toda una celebritie por organizar los vestidores a los más famosos.
Ella es Lisa Adams.
Esta mujer ha organizado vestidores de actrices y actores como Carmen Elektra o Eddie Murphy entre otros.
Su trabajo ha pasado a ser un arte y para ella, el hecho de tener un armario o vestidor bien ordenado y organizado, mejora la forma de vestir ya que todo está a la vista y se pueden hacer muchas más combinaciones, e incluso la economía no se resiente tanto a la hora de ir de compras.
También aclara que no solo arregla grandes vestidores, sino que en los pequeños armarios ve un reto y aclara que no es más difícil que un gran vestidor. Solo hay que seguir unas sencillas pautas como poner perchas finas en lugar de las de madera, instalar ganchos para poner los pañuelos y cinturones o doblar las camisetas en rulo que ocupan menos espacio.
Cómo veis, ella tiene un estudio de ensueño donde la calma y la paz es la protagonista.
¿Os imagináis tener una persona que os organizara vuestro armario y os enseñara a tenerlo bien organizado siempre?
A mí me encantaría.
é las ha motivado a ello? Green va a descubrir entonces una serie de paradojas (palabra que, de manera lógica, se utiliza mucho en toda la segunda parte del documental), que van a dar lugar a la más grande de todas: Femen resulta ser, precisamente, aquello de lo que quería huir. Ukraina ne bordel denuncia el abuso de poder, y elogia a unas jóvenes que realmente son muy valientes, ya que se enfrentan a autoridades tan duras como la KGB (la propia directora fue arrestada por ellos). Pero en el fondo, el film desmitifica y hace cuestionarse la confianza y la utilidad de cualquier alzamiento de este tipo.
Pero si hay documentales que nos hacen perder la esperanza en la credibilidad de la lucha por una causa, hay otros que nos hacen recuperarla. Aunque sea de manera trágica. Ganadora del Gran Premio del Jurado World Cinema en la última edición del Festival de Sundance, la siria Return to Homs (Al awda ila Hims), de Talal Derki, nos habla también, como decíamos en Ukraina ne bordel, del abuso de poder y de la valentía, aquí llevada al límite. Return to Homs podría ser casi una película clásica en torno la nostalgia hacia un lugar que se ha perdido, el cual se convierte en un protagonista más. Homs, otrora centro principal de la joven revolución contra el gobierno dictatorial de Bashar Al-Asad, se ha transformado en un lugar destrozado, abandonado y habitado por fantasmas, donde los pocos que siguen combatiendo contra las fuerza militares han tenido que abandonar sus ideales pacifistas y defenderse con armas. Entre ellos surge la figura de un líder, Abdul Basset, un joven portero de la selección de fútbol siria, que renuncia a todo para recuperar la autonomía de su pueblo. La película está rodada en situaciones extremas, es un auténtico reportaje de guerra, en el que la cercanía del director al conflicto introduce de lleno al espectador en el mismo. Quizás se podría achacar una excesiva recreación en las imágenes de heridos y fallecidos, como queriendo buscar un impacto que ya está implícito en la tragedia que se retrata. Sin embargo, esto también puede entenderse como una manera de enfatizar una obligación del cine documental, que va más allá de lo puramente cinematográfico, y que tiene que ver con el compromiso de mostrar aquello que los informativos u otros medios no quieren o no pueden hacer, más en regímenes represivos. Por tanto Return to Homs no es una película fácil ni agradable de ver, pero está cargada de humanidad y es absolutamente necesaria para no olvidar el sacrificio de aquellos que luchan (y mueren) por la libertad.
Y para acabar nuestro repaso a los primeros días de la Sección Oficial, haremos referencia a otro conflicto bélico, en esta ocasión no actual. Pocos países han tratado en el cine su historia de manera tan reiterada desde que empezó el nuevo siglo como Alemania, examinando los errores de su pasado desde el mayor número de puntos de vista, para no repetirlos en el futuro. Der Anständige (The decent one), de Vanessa Lapa, es un ejemplo más de ello. A través de imágenes de archivo, fotografías, cartas y diarios auténticos, el documental va a hacer un recorrido a la vida de Heinrich Himmler, el comandante en jefe de las SS y el primer encargado de los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, al tiempo que realiza un repaso a la situación general de Alemania durante la primera mitad del siglo XX. Lapa se introduce en la intimidad familiar de Himmler, que desde su juventud se revela como un hombre profundamente conservador y nacionalista, pero tampoco aporta nada nuevo a la imagen que tenemos del personaje ni a lo que han transmitido otras películas de ficción que recrean el período del nazismo. Es indudable que el trabajo de documentación y de montaje es inmenso, pero finalmente el film se vuelve algo reiterativa en su forma. Al ser muchas de las imágenes que se muestran mudas, hay aspectos que recuerdan a la etapa anterior al cine sonoro, incluyendo la introducción de cartelas explicativas. Sin embargo, la decisión de introducir música y narradores en off no acaba de ser acertada, ya que a veces se convierte en un conjunto demasiado impostado. Sólo en su parte final, cuando se muestran grabaciones reales de los campos de concentración, es cuando se observa algo más de riesgo en la propuesta que Lapa nos ofrece en Der Anständige.