Tras la presentación del iPhone X, el éxito del Samsung Galaxy S8 y la buena acogida del LG V30, parece evidente que la tendencia en diseño nos lleva hacia los modelos sin marcos, en los que la pantalla ocupa prácticamente la totalidad del frontal del dispositivo, pero fue Xiaomi el que, junto con el diseñador industrial francés Philippe Starck, rompió moldes hace más de un año con el Mi MIX. Así, cuando los referentes del sector dan el salto a este nuevo formato, el fabricante chino anunciaba en Beijing la segunda iteración de su concepto. El Mi MIX 2 saldrá a la venta a finales de septiembre, y se presenta como un serio competidor en el segmento de la gama alta.
Starck ha vuelto a colaborar con el equipo de desarrollo –y a filtrar su diseño unas semanas antes de la presentación- para pulir el diseño del Mi MIX original, con el objetivo de incrementar todavía más el porcentaje que ocupa la nueva pantalla, para lo que se ha reducido la parte inferior (también conocida como “barbilla”) en un 12%. El resultado nos deja con un diseño limpio, en el que el display es el único protagonista.
[youtube src="qWv1rbn2Ohg" /]Este protagonismo no se traduce en un mayor tamaño de pantalla frente a su antecesor, al contrario: la pantalla de 6,4 pulgadas del primer Mi MIX se reduce hasta las 5,9 de este nuevo modelo, con lo que su tamaño pasa de 158,8 mm x 81,9 mm x 7,9 mm a unos escuetos 151,8 mm x 75,5 mm x 7,7 mm. Si añadimos que el peso se queda en 185 gramos, 24 menos que su antecesor, nos encontramos con un smartphone mucho más cómodo de usar.
La resolución, eso sí, aumenta hasta los 2.160 x 1.080 píxeles, que arroja una densidad de píxel de aproximadamente 403 ppi, lejos de ese nuevo estándar en el que se está convirtiendo superar los 500 ppi. Y una relación de aspecto cada vez más frecuente: 18:9 (o lo que es lo mismo, 2 a 1). Para aquellos que esperaban una pantalla OLED, lo sentimos: se mantiene el panel IPS LCD con contraste de 1.500:1.
La decisión de Xiaomi de presentar su dispositivo un día antes de que Apple hiciese lo propio con el iPhone X demuestra la confianza que la multinacional china deposita en sus diseños, aunque hay que reconocer que esta apuesta a nivel de marketing sería digna de figurar en el libro del White's. Y, a tenor de la respuesta por parte de los medios y el nivel de pre-order, parece que le ha salido bien.
Porque, si nos olvidamos de la pantalla y su diseño, lo cierto es que el Mi MIX 2 encierra unos componentes que solo podemos encontrar en lo mejor de lo mejor. Existen dos versiones, una fabricada en aluminio con procesos de última generación y otra, la Special Edition, en cerámica. La versión en aluminio cuenta con 6 GB de memoria RAM LPDDR4 y tres configuraciones de almacenamiento, 64, 128 y 256 GB. Y no, como viene siendo habitual en la gama alta de Xiaomi, no incluye ranura para tarjetas de memoria. La versión cerámica se presenta con 8 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento, a lo que añade un tamaño ligeramente más reducido, gracias a los materiales que emplea.
Todas las versiones comparten el mismo SoC, esa bestia que es el Qualcomm Snapdragon 835 (8 núcleos Kryo, cuatro a 2,45 GHz y otros cuatro a 1,9 GHz; GPU Adreno 540 a 710 MHz) que nos hemos cansado de ver en la gama alta de 2017. Teniendo en cuenta que es una configuración pensada para mover resoluciones muy superiores a la de este terminal, la fluidez en la carga y el uso de cualquier aplicación, por exigente que esta sea, está garantizada.
Es en la cámara donde nos encontramos con una pequeña decepción. Todos los rumores apuntaban a una configuración de cámara dual, similar a la que nos encontramos en los Mi 6. Aparece el mismo sensor principal, el Sony IMX386 Exmor RS, pero no el S5K3M3·de Samsung que lo acompaña en el buque insignia de Xiaomi. Sigue siendo una buena cámara (12 MP, autoenfoque por detección de fase, OIS de cuatro ejes, 1,25 micras de tamaño de píxel para un sensor 1/2.9"), pero deja la sensación de que, con la ausencia de la cámara de apoyo, falta una característica que sí nos encontramos en modelos de la gama media.
No hay dudas con la batería, de 3.400 mAh, una capacidad digna de elogio si tenemos en cuenta la delgadez del terminal y el espacio requerido para integrar en el diseño su omnipresente pantalla (de hecho, el Note 8 de Samsung no lo supera en capacidad). Cuenta con el sistema de carga Quick Charge 3.0 propio de Qualcomm., que permite cargar el 73% en apenas media hora.
Por lo demás, lo esperable: sensor de huellas en la parte trasera, Dual SIM, Bluetooth 5.0 A2DP, A-GPS + GLONAS + BDS, WiFi dual band y LTE y un USB de Tipo C 1.0. Para cerrar, todo este hardware moverá un Android 7.1 Nougat sobre el que nos encontraremos la tradicional capa de personalización MIUI 9, una capa muy configurable y que cuenta con muchos incondicionales, pero que para algunos usuarios resulta excesiva en sus opciones, lo que se traduce en una mayor complejidad de uso.
¿Los precios? Pues bien: el Xiaomi Mi Mix 2 costará nada menos de $500 dólares, y comparándolo con lo último de Apple y Samsung, no está nada pero que nada mal.