Revista Cultura y Ocio
(De izquierda a derecha, Antonio Montiel, de Podemos; Ximo Puig, del PSPV-PSOE; y Mónica Oltra, de Compromís. Los tres buscan un pacto para gobernar la Comunidad Valenciana.)
Tras las elecciones del día 24 de mayo, la configuración de los ayuntamientos y los gobiernos autonómicos está costando y se está convirtiendo en un tira afloja entre los diferentes partidos. Los resultados de estos pactos pueden ser imprevisibles y, en algunos casos, incluso serán sorprendentes. Todos los partidos quieren alguna ventaja y, nadie parece renunciar a nadie. Todo dependerá de la capacidad negociadora de cada líder.La Comunidad Valenciana no es ajena a este fenómeno. Donde más se está viendo esta lucha es por la Generalitat. Todo parece indicar que el pacto más previsible será el de PSPV-PSOE, Compromís y Podemos. Pero no está tan claro. Recordemos los resultados electorales: PP, 31 escaños; PSPV-PSOE, 23 escaños; Compromís, 19 escaños; Podemos, 13 escaños; Ciudadanos, 13 escaños.El punto discrepante es quién presidirá esa Generalitat. Ximo Puig, que nunca se verá en otra igual (peor resultado del partido, pero con opciones de Gobierno), no quiere renunciar. Tampoco quiere hacerlo Mónica Oltra, quien sin embargo, también ha propuesto una alternancia entre el socialista y ella. Y en Podemos tienen más simpatía por Oltra que por Puig. De hecho, tan en el aire está el apoyo a Ximo Puig como presidente que ya está habiendo acercamientos con buena sintonía hacia Ciudadanos. Lo cierto es que, si alguien debe presidir el Gobierno valenciano, es Mónica Oltra. ¿Por qué?En el PSOE hablan mucho de que Puig tiene más votos que Oltra. Claro que si nos ponemos a mirar esa aritmética, a lo mejor quien debe gobernar es Alberto fabra, del PP, que es quien más votos tiene.Pero ya solo por el trabajo que llevan sobre la espalda, merece Oltra presidir la Generalitat. ¿Alguien puede decirme alguna actuación o denuncia de Puig contra la corrupción valenciana del PP? ¿Y ahora alguien me puede decir alguna de Oltra? Pues eso.
Es cierto que el PSOE valenciano ha recibido más votos que el resto de partidos de la Oposición. Pero también podemos fijarnos en la progresión de escaños logrados en las últimas citas electorales. En 2007, el PSPV-PSOE logró 38 escaños. Posteriormente, Joan Ignasi Pla acabaría dimitiendo. En 2011, el PSPV-PSOE lograba 33 escaños. Tras estos resultados, Jorge Alarte presentaba su dimisión. Este año, los socialistas logran 23 escaños. Un mal resultado que, sin embargo, hacen que Puig se envalentone por la pérdida de la mayoría absoluta del PP.Mientras tanto, los resultados de Compromís también son significativos. En 2007 obtuvo 7 escaños. En 2011 el resultado fue de 6 escaños. Este año, Compromís ha logrado 19 escaños. Más del triple.¿De verdad debe liderar la Comunidad Valenciana un partido que pierde cada cita electoral confianza del electorado, hasta el punto de que, con respecto a 2011 pierde 10 escaños? ¿Debe quedar en la vicepresidencia un partido que tiene más confianza de la ciudadanía, y que desde 2011 ha obtenido más del triple de escaños?Eso por no mencionar que no sé qué clase de cambio político y regeneración puede ofrecer un líder que ya estaba en los resortes del poder valenciano desde la época de Joan Lerma. Lleva ejerciendo cargos públicos desde 1983. Entre los socialistas valencianos, y en especial entre sus juventudes, se han hartado de hablar de revolución generacional durante la campaña para promocionar a su candidato. Pero lo cierto es que lo único que se ha hecho al respecto es afeitarle la barba a Puig y cambiarle las gafas por unas con un toque más moderno. Exceptuando eso, no sé de qué forma puede ser una revolución generacional que gobierne alguien que, desde 1983, ha estado en diferentes cargos públicos.Por otro lado, estamos hablando del PSOE. Este partido ya nos ha dado demasiadas puñaladas. No solo a nivel nacional. En Valencia, fueron Joan Ignasi Pla y Francisco Camps quienes firmaron el nuevo Estatuto de Autonomía que, entre otras cosas, subía la barrera electoral al 5% para lograr representación, algo que en estas elecciones ha dejado fuera a Esquerra Unida, otro partido, al igual que Compromís, caracterizado por su lucha contra la corrupción valenciana. Antes, esa barrera estaba en el 3%. ¿Podemos fiarnos de un partido como el socialista? ¿Serán contundentes a la hora de dar un giro político en esta comunidad? ¿O pasará como otras veces, que el PSOE es contundente en la Oposición, pero en el Gobierno se convierte en la cara B del neoliberalismo?Sinceramente, da más confianza Mónica Oltra que Ximo Puig. El tiempo será, sin embargo, quien juzgue.