No conocía esta faceta de Wharton y vuelve a demostrar aquí, con una temática y tono bien diferente a lo que nos tiene acostumbrado, su buen hacer y su técnica narrativa. Leer este relato es un placer y por distintos y variados motivos."Mrs. Ballinger is one of the ladies who pursue Culture in bands, as though it were dangerous to meet alone. To this end she had founded the Lunch Club, an association composed of herself and several other indomitable huntresses of erudition. The Lunch Club, after three or four winters of lunching and debate, had acquired such local distinction that the entertainment of distinguished strangers became one of its accepted functions; in recognition of which it duly extended to the celebrated "Osric Dane," on the day of her arrival in Hillbridge, an invitation to be present at the next meeting."
En primer lugar, por la historia de este grupo de mujeres cazadoras de erudición, liderado por Mrs. Ballinger, que constituyen- o eso creen ellas al menos- la elite intelectual de Hillbridge, su localidad. La visita de Osric Dane, una célebre escritora, pondrá al grupo, sin embargo, en una situación delicada en su intento por demostrar esa altura intelectual de la que tanto se vanaglorian. Hilarante situación esta que pone de manifiesto la ridiculez de ciertos grupos e individuos cuya pretensión de estar siempre in, de no perderse nunca lo must, de ser los más cool, pero que no distinguen un obra maestra de una necedad, hace caer en el mayor e ignorante absurdo. Otro punto fuerte del relato radica en la chispeante agilidad de los diálogos que Edith Wharton construye en esta obra de escaso recorrido- en cuanto al número de páginas, digo-, diálogos que permiten caracterizar a los personajes de modo rápido y muy efectivo. Los personajes- las seis miembros del Club (Mrs. Ballinger, Mrs. Plinth, Mrs. Roby, Mrs. Leveret, Miss Van Vluycky y Miss Glyde) y la autora invitada- quedan perfectamente perfilados a través de sus palabras, sus elocuentes miradas y sus más que reveladores silencios. Y quizá podríamos añadir un tercer atractivo y es el del placer que la lectura proporciona al lector al permitirle ser testigo de esta divertida escena. Y es que quien más o quien menos en algún momento de su vida ha tenido el honor de conocer gente de bagaje y nivel intelectual similar al de nuestras protagonistas y aquí, gracias a Wharton, no ha de hacer nada, no tiene por qué participar de ningún modo, tan solo tiene que observar. De ponerlas en su sitio ya se encargan otros. El lector, con una permanente sonrisa, disfrutando tan cómodamente en el sofá.
"The object of our little club," Mrs. Ballinger continued, "is to concentrate the highest tendencies of Hillbridge—to centralise and focus its intellectual effort."
This was felt to be so happy that the ladies drew an almost audible breath of relief.
"We aspire," the President went on, "to be in touch with whatever is highest in art, literature and ethics."
Si os apetece leer el relato, podéis hacerlo en inglés en Project Gutenberg. En castellano hay una preciosa edición de Editorial Contraseña con bonitas y coloristas ilustraciones de Sara Morante. ¡Gracias por compartir!Osric Dane again turned to her. "What ethics?" she asked.