En Brasil hay principalmente dos temáticas que acaparan la mayoría de las películas de cierto nivel que se realizan: los barrios marginales (con la pobreza y la violencia como principales bazas) y la sexualidad (sobre todo la homosexualidad y el descubrimiento sexual). Aún así, se pueden encontrar también muy buenos documentales y otros filmes como ‘Xingu’ (en España ‘Xingu: La misión al Amazonas’), el que trato en este artículo, que muestra un momento histórico con el “pulmón” de nuestro planeta como eje central de la acción. Con ello no quiero decir que los temas mencionados sean menos interesantes, sino menos originales.

La contraposición entre “hombre civilizado” y aborigen es una situación que también se puede encontrar en muchas partes del planeta, difícilmente llegando a un acuerdo con respecto a qué es lo mejor para un lugar, si dejarse influenciar por “la civilización” o continuar con una tradición con menos recursos y con problemas muy distintos (ni mejores ni peores, simplemente diferentes).

La fotografía desprende calidez humana, aunque, también hay que decirlo, el entorno se presta bastante, con lo que el trabajo del director de fotografía es mucho más agradecido (sin desmerecer su labor). El empleo de la posición de la cámara y sus movimientos es variado y muy correcto, sin salirse de las reglas del lenguaje cinematográfico.
La complejidad de rodar en un entorno como el que se muestra en el filme estoy seguro que daría para un interesantísimo documental en el que podrían verse situaciones similares a las que narra la historia.
El trabajo de los actores es más que correcto, aunque no encuentro intérpretes que destaquen especialmente, más allá de lograr ganarse a la cámara (que no es fácil). Podría decirse que no es una obra que tenga las características necesarias para que los actores se luzcan especialmente (aunque sí que hay buenos momentos interpretativos); hay otros aspectos que pueden destacar más, sobre todo los relacionados con el entorno y la historia que se cuenta.

La ambición de las personas más influyentes del país hace que estos expedicionarios planteen una forma segura de cuidar a las tribus que pueblan estos grandiosos parajes naturales: el Parque Nacional de Xingu, la primera reserva india de Brasil.

