Revista Comunicación

XVI Jornadas OPTIMA LAB: Volver a empezar

Publicado el 11 septiembre 2020 por Jmbolivar @jmbolivar

Los días 7, 8, 9 y 10 de septiembre tuvieron lugar las XVI Jornadas OPTIMA LAB, las segundas en formato virtual que hacemos.

Nuestra intención era haberlas hecho presenciales, tal y como decidimos en las Jornadas anteriores, pero el serio repunte de casos de COVID-19 en la Comunidad de Madrid nos hizo replantearnos la situación.

Espero que la situación sanitaria se estabilice y que el año que viene podamos hacerlas presenciales otra vez. Nuestra visita a «La Virgen» tendrá que esperar también 😉

Escribía en las crónicas anteriores que cuando pasara esta crisis sanitaria nada sería igual. Lo que no pude prever en aquel momento fue la magnitud y la velocidad del cambio.

A este año todavía le quedan varios meses por delante y las perspectivas actuales son muy positivas. Aún así, nuestros resultados económicos de 2020 van a ser notablemente inferiores a los de 2019.

Un dato: en las doce semanas posteriores al inicio del confinamiento, las pérdidas por cancelación o aplazamiento de formaciones contratadas superaron ampliamente los seis dígitos.

Afortunadamente, el lanzamiento en junio de nuestras formaciones en formato virtual ha revertido la situación, permitiéndonos retomar el buen ritmo.

La mala noticia es que el primer semestre —prácticamente «en blanco»— no se puede recuperar. Esto ha supuesto una debacle económica que ha tenido consecuencias en OPTIMA LAB.

El fin de una época

Tan solo unas semanas después de las últimas Jornadas, David Sánchez, amigo y compañero en OPTIMA LAB desde antes de sus inicios, era el primero en tomar decisiones difíciles.

David ha sido el nodo más directamente afectado por los aplazamientos y cancelaciones, así que entiendo que decidiera abandonar el proyecto para explorar otras opciones profesionales.

El papel de David ha sido clave en muchos momentos de la red y sin él no habríamos llegado a donde lo hemos hecho.

Quiero aprovechar para agradecerle desde aquí su apoyo y contribución todos estos años y desearle la mayor de las suertes en su nueva aventura.

Esta decisión de David, unida a la situación global que estábamos viviendo, actuaron como detonante de un profundo proceso de reflexión por mi parte que me llevó a replantearme el proyecto OPTIMA LAB desde cero.

Él propósito lo define todo

Quería reevaluar mis decisiones a lo largo de estos años, así que volví a los orígenes del proyecto OPTIMA LAB, a 2013 —cuando buscaba aprendiz— y a «the LAB», mi primer intento de red fallido.

Recordé el resultado deseado del proyecto, su propósito, mi visión… Y luego hice autocrítica.

Desde que recuerdo, mi «sana obsesión» es tomar siempre decisiones correctas, al margen de que luego resulten acertadas —es decir, favorables— o no, o de que me resulten cómodas o fáciles de tomar.

Han sido muchas, innumerables, las decisiones desacertadas que he tomado todos estos años en relación al proyecto OPTIMA LAB (errare humanum est).

Sin embargo, sigo pensando que fueron las decisiones correctas en su inmensa mayoría, al menos a partir de la situación y la información disponible cuando las tomé.

Este proceso de reflexión me ha aclarado mucho las ideas, aunque también me ha dejado una duda que todavía no he sido capaz de responder.

¿Por qué dejé que OPTIMA LAB perdiera su esencia y se burocratizara? ¿Fue por megalomanía, por presumir? ¿Miedo a la pérdida, a dejar «escapar» talento?

¿O tal vez fue una consecuencia imprevista de innovar y experimentar con otras formas de organización? No lo sé, pero es posible que haya un poco de todo lo anterior.

Decidiendo con sentido

Tomar decisiones correctas es, sobre todo, emocionalmente duro, al menos para mí (aunque estoy convencido de que pocas personas lo saben, porque no lo exteriorizo).

Además de contar con la mayor y más actualizada información útil y relevante posible, para tomar decisiones correctas hay que intentar objetivizar su análisis al máximo.

Nuestro Sistema 1, dominado por las emociones, siempre está ahí. Lo natural es decidir emocionalmente. Lo que nos gusta, lo que nos apetece, lo que nos hace sentir bien.

Activar el Sistema 2, la parte racional, conlleva un esfuerzo. Hay que analizar las cosas desde todos los ángulos, no solo desde su «perfil bueno».Y, a menudo, ambos sistemas entran en conflicto.

En este caso, lo correcto era reevaluar la composición y estrategia actuales de la red, y luego tomar las decisiones correctas, por duras que fueran.

Porque la composición y estrategia actuales tenían mucho sentido cuando crecíamos espectacularmente con doble dígito año a año, pero eran claramente inadecuadas en el contexto actual.

Adaptando la estrategia en entornos VUCA

La decisión correcta cuando se atraviesa un periodo expansivo es invertir, explorar, innovar, probar cosas nuevas.

Por eso, en los últimos años habíamos ido «lanzando» progresivamente muchas líneas nuevas de negocio: GTD® Coaching (Paz), GTD® para PYMEs (Sergio), GTD® en inglés (Marta) y GTD® para LATAM (Laura).

El core business lo «defendían» David y Jordi, mientras yo me reenfocaba en la gestión de la red y, en concreto, en estas nuevas líneas de negocio.

La marcha de David hace inviable el mantenimiento de esta estrategia, obligándome a abandonar mi labor de gestión y volver a primera línea de juego.

Lógicamente, en las nuevas circunstancias, las líneas de negocio experimentales dejan de tener sentido, al no poder dedicarles ya la atención necesaria.

Decisiones correctas, decisiones difíciles

Mi primera decisión fue cancelar, al menos temporalmente, las líneas de negocio de GTD® Coaching, GTD® para PYMES y GTD® en inglés.

Como consecuencia, tanto Paz como Marta dejaban de participar en el proyecto OPTIMA LAB, mientras los roles de Sergio y Laura cambiaban.

Quiero agradecer a Marta, y muy especialmente a Paz, su contribución y apoyo todos estos años. Un apoyo que ahora continúa desde fuera de la red.

En cuanto a Sergio, la idea era que se integrara por completo en el core business. Sin embargo, hace tan solo unos días, me comunicó su decisión de dejar también el proyecto por una serie de motivos personales que entiendo por completo.

Sergio ha estado relativamente poco tiempo en la red, pero su contribución ha sido enorme y ha dejado huella. Muchas gracias por todo, Sergio, y mucha suerte. Espero que volvamos a encontrarnos.

Con GTD® LATAM decidí hacer una excepción y mantener el «experimento» por ahora, ya que era el más reciente y con unas expectativas fantásticas hasta que llegó la COVID-19.

Aún así, mi intención es seguir reevaluando esta decisión regularmente para asegurarme de que sigue teniendo sentido y es coherente con la estrategia global de la red.

Por otra parte, Laura ha diversificado su rol, ya que además de seguir impulsando GTD® LATAM también se ha integrado en el core business. Mil gracias Laura por el papel clave que has jugado en estos últimos meses de transición.

Y, por último, Jordi, que ya era mi mano derecha desde hace tiempo, ha pasado a convertirse en mi alter ego en OPTIMA LAB.

Jordi es el nodo que más y más rápido ha crecido profesionalmente en la red y sin él este proyecto no existiría a día de hoy. Gracias enormes, Jordi.

Y de las XVI Jornadas, ¿qué?

Con todo lo ocurrido, estas XVI Jornadas no podían ser unas más.

Para mí, han sido unas Jornadas «rarunas», con momentos en los que las sensaciones eran opuestas, casi paradójicas.

Me ha sorprendido mucho esta alternancia de emociones a modo de carrusel, porque yo suelo ser bastante simple para estas cosas.

Sensación de agobio y de liberación, de pena y de alegría, de miedo y de absoluta confianza…

A pesar de este trasfondo revuelto, han sido unas Jornadas enormemente efectivas y satisfactorias, en las que hemos avanzado en un montón de temas, incluso más que en ediciones anteriores.

Además de efectivas, han sido unas Jornadas más estratégicas, menos operativas y hemos tomado muchas decisiones encaminadas a desburocratizar procesos y agilizarlos.

Un detalle que me ha gustado mucho es que la mayor parte del tiempo me he vuelto a sentir como hace años, antes de que existiera todo esto.

Cuando me reunía con mi amigo, el maestro AJ, en El Escorial, nuestras mini-jornadas estaban marcadas por la ligereza, la ilusión, la confianza y, sobre todo, por las ganas, muchas ganas. Igual que ahora.

Creo que del caos provocado por esta pandemia pueden salir muchas cosas buenas para el proyecto OPTIMA LAB. Porque la vida es cambio y el cambio es oportunidad.

En este caso, una oportunidad para empezar de nuevo y hacerlo mejor. Con las mismas ganas, el mismo compromiso y muchos más aprendizajes.

Seguiré compartiendo por aquí. Mientras tanto, te recomiendo que eches un vistazo a las crónicas de Laura y Jordi para ampliar perspectiva.

Un abrazo!

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