- Acéptalo…nos ha engañado a ambos.
Me dijo John, un viejo amigo que tuve la desgracia de conocer del peor modo posible, ambos compartíamos al mismo hombre.
- No quiero…
Le dije distraído, inmerso en mis pensamientos, pero la realidad era que ambos estábamos enamorados de la misma persona. Nos había utilizado a ambos con palabras de amor, poemas, y gestos que nos hacían sentir que éramos los únicos, pero no lo éramos, era como verse a través de un espejo, la percepción cambia según el espejo.
- Me ha dicho…
Pronuncio el, mientras se levantaba de la silla, mientras sostenía el móvil en su mano.
- Que solo estuvo contigo porque se aburria cuando yo no estaba.
Esas palabras se habían clavado dentro mi ser, como el mas grande los dolores cometidos, ¿Por qué? ¿Por qué me había dado tanta dicha, si luego iba a negarme de ese modo?, John estaba tranquilo, un poco agobiado pero tranquilo, desconozco como hace para estar tan relajado cuando le dicen esas cosas de mí, tal vez porque el en el fondo esperaba tener otra oportunidad, después de todo, si bien le había hecho daño, si bien todas aquellas palabras que me dijo a mí, podían parecerle una mentira, en el fondo seguía queriéndole, a diferencia mía, que para mí, me había encerrado tanto en aquellas palabras donde me humillaba, donde me trataba como al peor juguete humano jamás conocido, y no tenia que hacer nada mas que conformarme con aquellas crudas palabras porque eran la realidad, al final eso era real, todo el tiempo que habíamos pasado juntos, aquella vez que beso mi mano, aquella vez que me llevo a sentir las mejores emociones humanas, cuando nos contamos lo que nos haríamos el uno al otro en la cama, o peor aún, cuando le confesé mis mas sinceros sentimientos, y el aun así me dijo “tal vez en un futuro”, no me había dado cuenta de que con eso, solo me ilusionaba para no perder su diversión.
- Mi autoestima es pésima.
Le dije a John en risas, mientras negaba con la cabeza, el mantenía su mirada fijada en el móvil. El le estaba hablando para intentar resolver, su historia de amor seria real, y es que entre él y yo había una diferencia de intensidad en los sentimientos. Mientras el le amaba, mientras él se había abierto como nadie más, como nunca lo había hecho, yo había tenido la dicha de no enamorarme del todo, se trataba de un gusto, me gustaba; me atraía, y me interesaba profundamente, pero no le amaba, no mataría por él, no escribiría más de cinco líneas con los sentimientos que tenía para él, pero el…estaba enamorado totalmente, debía entender entonces que no me haría caso, o que todo lo que haya pasado conmigo, quedaría como un mal pase, como sino significara nada.
- No puedo confiar en él. Pero le amo.
Me dijo con ternura, dejando por primera vez aquel móvil para cubrir su rostro con sus manos.
No fui capaz de decirle nada, ni una palabra de aliento, no podía comprender como alguien podía llegar a jugar de ese modo con dos personas, aunque la intensidad del juego no sea la misma.
- Lo lamento…
Fue lo único que llegue a decirle, cuando el ambiente pareció cambiar. Ya no era aquella dulce brisa de verano, que movía con suma delicadeza los árboles, nido de los animales, albergue del amor, que nos abrazaba cuando pensábamos que íbamos a morir; era una fría brisa de invierno, que no importa cuanto te cubras, lo sientes en los huesos, quemándote vivo.