Me voy a dormir con todo preparado, por la mañana tan solo tengo que vestirme rapidito, meter las cosas al coche y listo para recorrer los 55km que me separan de La Pedriza.
El día amanece plomizo, y parece que la lluvía comenzará a caer en cualquier momento, por fortuna no fué así y el agua nos respetó.
A las 8:00am estoy pasando la barrera del Parque Regional de la Pedriza, ya hay bastante agetreo aunque todavía queda mucho espacio libre para dejar el coche. Desayuno tranquilamente antes de ir a por el dorsal y buscar al resto de participantes de mi club.
Tras el trote de calentamiento decido quitarme la camiseta termica, la temperatura es bastante buena y al menos, en la primera parte del recorrido, lo único que hará será darme calor de más.
A la supuesta hora de salida de la carrera todavía estamos realizando la revisión de material por parte de la organización, aquí el asunto de llevar o no botella con líquido es sencillo, ya que la organización obliga a equiparla junto con un chubasquero.
Primer error, no llegar pronto a la zona de salida tras el calentamiento ... busco un hueco lo más cercano a la línea de salida posible, me hubiera gustado salir un poco más adelante pero no es cuestión de ir quitando a gente para meterme cuando ya todo el mundo está muy apretado. Al final, esto haría que me comiera bastantes tapones en la primera parte de la prueba, algo que sabía ... tras unos cientos de metros de parte asfaltada, tras cruzar un puente, el camino se estrecha poco a poco hasta llegar un momento en el que no merece la pena gastar de más para adelantar 2 o 3 posiciones. Por lo que me lo tomo con paciencia y subo al ritmo que se marca delante mío.
Termino los primeros 4,4km de la prueba en 0:39:31 estoy en lo que llaman la Pradera del Yelmo donde la organización ha colocado el primero de los avituallamientos, el único en el que ofrecen vasos. Lo paso de lejos, sin pararme, en un trote que se hace más alegre según se van soltando mis gemelos después de digerir las exigencias de la subida. Todavía queda líquido en mis bidones y aunque voy sudando bastante no he dejado de ir dando pequeños sorbos para mantenerme bien hidratado.
Tras la llanura comienza una bajada técnica que me dejó claro desde un primer momento que había elegido correctamente mis zapatillas: las Raptor de La Sportiva se agarraban perfectamente y parecían darme ese puntito de confianza que todavía no he recuperado del todo después de mi lesión de tobillo.
Llego bien hasta el punto kilómetrico 6,400, Collado de las Dehesillas en un tiempo de 0:55:01.
Los siguientes kilómetros son duros, realmente duros, o al menos así los viví yo. Aquí cometí mi segundo error ... olvidarme de unos guantes; desde aquí hay que ir sorteando grandes bloques de piedra ayundandose con las manos, dejando atrás grandes desniveles de roca a roca, e incluso serpenteando entre túneles de roca (Navajuelos 1.675m).
En los Navajuelos marco un crono de 1:11:31. Termino la barrita que he ido comiendo a trocitos y sigo avanzando para superar algo menos de 100 metros de desnivel positivo hasta el Collado de la Ventana, donde el cuerpo me pide disfrutar de un agradecido avituallamiento a base membrillo y frutos secos y donde aprovecho para llenar el bidón. Marco un tiempo de 1:28:21.
El siguiente objetivo se sitúa en un lugar conocido como Las Torres donde alcanzamos los 1.990m de altura. Sin lugar a dudas es un lugar que merece ser disfrutado más pausadamente sin las "prisas" propias de ir en carrera, aún así es un sitio espectacular para correr y disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión.
Llegó la bajada ... por fín bajar ... entre piedra y más piedra me deja en el siguiente punto de control: Collado Carabina, donde marco 2:03:11, no sin antes despistarme, salirme del recorrido y tener que bajar por un tramo complicado que hizo que terminara con mis huesos en el suelo y mi mano derecha con unos cortes producidos por la piedra que me hará recordar la prueba unos días.
Sigo bajando, terreno técnico como casi toda la prueba donde se salpican grandes placas de piedra que hay que tomar con cuídado de no resbalar y tramos de sendero con numerosa piedra suelta, que poco a poco, según se avanza nos adentra en un espectacular pinar muy divertido para correr salpicado de raíces y árboles caídos con terreno de tierra blanda.
Llego a Prado Peluca en un tiempo de 2:36:01. Cojo unos frutos secos en el avituallamiento y comienzo la subida al temido Collado Cabrón. Sinceramente, aunque es duro lo subí con muy buenas sensaciones, tal vez me habían hablado tanto de él que me esperaba una pesadilla absoluta y al ir preparado para lo peor, se me hizo más cómodo. Tardé algo más de 8 minutos en subirlo marcando un tiempo total de 2:44:16.
Desde aquí, si llegas con fuerzas solo tienes que dejarte caer y volar. Yo llegué perfecto, cansado como es lógico, pero sin ninguna molestia y con las suficientes fuerzas como para bajar a un rítmo alegre que no había podido llevar en toda la carrera, y sin darme cuenta estaba en pleno parking recorriendo los últimos metros rumbo a la meta.
Final en 3:00:32.
Sin lugar a dudas, esta ha sido la prueba más dura de estas características que he realizado en la zona centro y considero que conocer el terreno es una gran ventaja, yo no lo conocía en su totalidad y por un lado me llevo a despistarme un par de veces y buscar alternativas algo complicadas en relación a la ruta correcta, y por otro lado me hizo regular de más en algún tramo.
En cuanto a la organización, bastante bien con dos puntualizaciones: la primera, la demora en 15 minutos de la salida y la segunda, tanto la salida como la llegada se realiza por la zona de parking y es un poco caótica teniendo que meterte entre coches, creo que esto se podría mejorar. Por lo demás, avituallamientos correctos (frutos secos, gominolas, barritas, chocolate), señalización correcta (la vez que me despiste creo que fué más por no fijarme que por falta de señalización) , camiseta de recuerdo de tirantes de Hoko Sport (me gusta bastante) y avituallamiento en meta completo donde además de los típicos frutos secos, barritas, etc, había jamón y queso, y 2 piezas de fruta y 2 latas de bebida en la bolsa del corredor.
Es una carrera que repetiré.