Revista Opinión

¿y a mi que me importa?

Publicado el 07 julio 2017 por James Nightingale @atracoalpueblo
¿Y A MI QUE ME IMPORTA?
Jóvenes Libertarios la Nueva Estirpe en la Venezuela del Siglo XXI (Young Libertarians the New Strain in Venezuela of the XXI Century)
No conocemos sus rostros, muchísimo menos sabemos su edad o cuál es su nombre o diminutivo, de lo que, si estoy bien clara, es que durante estos casi cien días de lucha, estos carajitos han demostrado tener un valor, un coraje, una entrega y sentido de libertad inquebrantables. Pena, dolor y una inmensa tristeza siento cada día al ver como estos niños, han asumido la responsabilidad de la Venezuela adulta, quizá el término la “generación boba” fue peyorativo en su momento, pero en el aquí y en el ahora; más que boba es cobarde, conformista y mediocre. Que es capaz de ver sin demostrar nada como cada día muere por manos de los asesinos pagados por nosotros un joven, un soldado de franela y escudo de cartón, que se atrevió a decirle a este miserable y ruin gobierno...¡Basta! de muerte, hambre, inseguridad, ineficacia y pobreza.Duele ver aun como esta sociedad no despierta, no se anima, ni siquiera se inmuta ante tanta barbarie, llevada a cabo por estos asesinos en cada rincón del país, cobardes todos lo que observan desde la comodidad de su casa, oficina o cualquier café concert, como se llevan al futuro frente a ellos y no hacen nada. Triste papel nos ha tocado a los adultos con la lección de valentía que nos dan estos niños, que no son diputados como un Guevara o una Arellano, simplemente son venezolanos que creen y luchan por sus ideales, que asumieron el papel que cada uno de nosotros adultos mayor dejo de lado, para no salir de nuestra zona de confort, ¿será posible que sigamos permitiendo que aniquilen de esta forma a nuestro mañana? ¿podrá la cobardía ser más grande que nuestro compromiso con nuestros hijos? Hasta este momento creo que sí.Que mal sabor nos deja el miedo, que hediondez más grande nos otorga la cobardía, de no asumir nuestros errores pasados. Mi pregunta cada día es la siguiente ¿Cuántos carajitos tienen que morir para que este pueblo cobarde y cómodo despierte?, cuando dejaran de pensar en las cajas del CLAP, las carpetas de las subastas y todo ese montón de pendejadas que el gobierno saca para entretenerles, mientras las hordas de delincuentes de armados aniquilan, vejan y matan a nuestros chamos, no escucho voces de protesta ante las muertes pero estoy consciente de que la lista de muchachos muertos en la protesta va en incremento, ¿nos volvimos acaso tan miserables como para que no nos importe un coño a que chamo mataron hoy? Así de retorcida se encuentra nuestra sociedad...parece que sí, nuestro lema; si no me afecta, no me importa.
Que nos pasó en estos 18 años, donde quedo nuestra solidaridad, respeto y orgullo de ser hijos de Bolívar, Páez, Sucre, Miranda, Urdaneta, Negro Primero, Arismendi y nuestros ancestros aborígenes que sin miedo lucharon hasta morir por su libertad. Somos simplemente una sombra de todos esos ilustres o una caricatura de lo que quisimos ser alguna vez. Siempre hablamos con orgullo de cómo nos libramos de las dictaduras de Gómez o Pérez Jiménez y que esto fue gracias a la “Generación del 28”, pero es justo reconocer que estamos en esta situación por los errores de una gran parte de esta generación. Porque el adefesio llamado Hugo Chávez, no habría existido si las respuestas a las necesidades del pueblo se hubiesen satisfecho. No estaríamos aquí por los horrores cometidos por estos personajes. El poder corrompe y la política transfigura a los que aún no definen sus ideales. Eso ha sucedido en el país.
De la nada han aparecido libertarios, jóvenes sin nombre, sin rostro que solo luchan por la liberación de un sistema que los aniquila sin contemplación, que solo creen que la salida de esta crisis es la caída del dictador, que no temen enfrentarse con piedras y palos, a las balas y a la muerte. Ellos no son invitados jamás a dar un discurso en ningún lugar, pero no necesitan de estos, pues están en todos lados, sin esperar nada a cambio, solo luchando, peleando y dando la cara por cada uno de nosotros. Que desde nuestra torre observamos con hastió esta lucha desigual...es hora de reconocer carajo que este chamo que hoy está en la esquina cerca de tú casa o la mía, dándose duro con la gnb o la pnb, puede ser tú sobrino o el mío...hasta cuando coño vamos a dejar que nos sigan matando a la Venezuela del mañana. ¡Es hora de despertar!!!! Marilin Guerrero @MarilinGuer1208, 
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