Más allá de la crisis hay problames. Uno de ellos es el calentamiento global, que ha quedado a segundo plano debido a la situación de emergencia que nos ha provocado la crisis. Volvemos a tener un fracaso como el de Copenhague en la conferencia de Durban volvemos a comprometernos para comprometernos de aquí a unos 10 años, con lo que retrasamos (y por tanto haremos más caras y difíciles las medidas para paliar los efectos del calentamiento global).
Que la crisis no nos haga olvidar que hay un calentamiento global y aunque esta no nos deja invertir recursos en paliar los efectos y en prevenirlo, no podemos obviar que va a ser el gran tema que nos va a ocupar durante todo este siglo XXI.
Los datos son evidentes. A pesar de las actualizaciones y revisiones, los datos de todas las series que intentan recopilar los datos de temperaturas globales nos cuentan una misma historia.
Las cinco series (que se toman por métodos distintos, por ejemplo, medidas satelitales, estaciones meteorológicas, medidas de temperaturas en la superficie de los océanos, y por equipos distintos), muestran la misma tendencia.
Datos de las anomalías de temperaturas globales medidas durante los últimos 32 años por diversos métodos y equipos de investigación. Fuente, reconstrucción realizada con los datos oficiales.
También los datos del 2011, aún incompletos, que está trabajando ya la World Meteorological Organization, nos indica que a pesar de ser más frío que en los dos últimos años anteriores (el 2010 sería el dato histórico más cálido en todas las series), este sería el año con la actividad de “La Niña” (que hace emerger del fondo marino masas de agua más fría y hunde en el océano capas superficiales más cálidas haciendo que la temperatura de la atmósfera y del océano superficial ese año sean algo más bajas) más cálido.
Anomalía de la temperatura global anual, diferenciando años con fase de La Niña activa. Fuente WMOPor cierto, este año a pesar de ser ligeramente más frío que los dos anteriores, no esperemos demasiada nieve en el Pirineo como la última fase de La Niña hace dos inviernos.