Después de rebajarnos el sueldo y de facilitar el despido, este gobierno planea la siguiente jugarreta que quiere hacernos. Es el denominado modelo austriaco de pensiones, que consiste en que sea el trabajador el que se costee la indemnización de su propio despido. ¿Suena bien, verdad, señor empresario?Según este sistema, cada trabajador dispone de un fondo propio que se crea con una parte de su sueldo mensual. Una cantidad muy pequeña, nos dicen, que podría rondar el uno por ciento. Algo parecido a las actuales cotizaciones a la Seguridad Social. Parece que esto a los empresarios no les gusta (lo cual es una buena noticia) porque piensan que incrementaría los costes de contratación. Pero conociendo a nuestros corsarios empresarios y a nuestros fofos gobernantes, lo más seguro es que al final se llegue a un acuerdo para que ese tanto por ciento del fondo de despido se detraiga del sueldo final. Por poner un ejemplo práctico. Lo más razonable sería que a un trabajador que le pagaran 1.000 euros al mes, el patrón le aportara 10 euros al fondo. Pero aquí nuestra admirada CEOE (una vez liberada de mister rémora) seguro que conseguiría que se pagaran solo 990 euros al trabajador para que fuera este el que costease los 10 del fondo.Entretanto, los miembros del Pacto de Toledo nos marean con otras amenazas, como el retraso en la edad de jubilación y la ampliación de los años de cotización necesarios para cobrar la pensión. Eso sí, los diputados y senadores siguen manteniendo su régimen leonino de pensiones máximas.Me pregunto si cuando nos sometan al atraco austriaco habrá razones suficientes para hacer una huelga general. Yo las veo en cada esquina, en cada noticia, cada vez que sale Zapatero en los medios de comunicación, en cada declaración de Rajoy, en cada detención de minícipes chorizos, cuando zapeando paso por Telecinco o por el "Corazón, corazón" de la TVE... Más información, aquí y aquí. Bueno en realidad creo que hay razones para ir mucho más allá de una huelga general. El futuro que se nos dibuja a medio plazo exige medidas más contundentes.