Autora Invitada: Beatriz Mayoral
La pasada elección nos dejó dos noticias: una buena y otra mala. La mala es que ganó Peña, y la buena es que era sorprendente el nivel de participación de las personas que ya no querían ser simples espectadores de la vida nacional.Para los que cuidamos casillas es claro que el fraude no se cometió en la urnas. Por lo menos yo estaba tan ocupada cuidando casillas que no me dí cuenta de lo que estaba pasando por fuera: las brigadas de aprendices de porro pagadas por LopezCaballero para ir comprando votos casa por casa, lista nominal en mano.
Hoy en la mañana me levanté muy desconsolada porque a pesar de que yo sabía que no iban a dejar ganar a AMLO, no pensé que se les pusiera tan fácil. Es decir... en las casillas que yo cuidé el PRI y el PAN tuvieron pasaditos los 100 votos cada uno y AMLO solo pasaditos 30.
El escritor Juan Villoro, sintiéndose optimista, twittea que si gana el Pri, él va a votar por el candidato del cambio dentro de 18 años. Creo que está bien no perder la esperanza y no resignarse.... pero mientras,
Después de aprender a nadar en la mierda para sobrevivir la próxima década, les invito a que pensemos en convencer al resto del mundo que nos rodea, con nuestras palabras y acciones, de no votar por la derecha porque TODOS merecemos un país mejor.
No solo a los que están más cerca de nosotros: nuestra familia, nuestros compañeros de trabajo, nuestros alumnos, la gente con la que tratamos a diario, la que nos encontramos de vez en cuando en la calle, en los círculos que solemos visitar (el gimnasio, el teatro, la escuela), todos ellos son personas en las que debemos influir para nuestra causa.... cuál causa? Que nunca más voten por la derecha porque todos merecemos un país mejor.
Y eso cómo se hace? Muy fácil: como lo hace Televisa. Aprovechar cualquier oportunidad, todos los días y a todas horas, en todo momento y lugar para dar nuestra opinión, nuestra postura, o nuestra acción mostrando que ESTA MAL votar por la derecha porque todos merecemos un país mejor.
Ahora que me tocó participar con el movimiento ciudadano, me encontré a miembros de la izquierda de antes, que ahora se hacen acompañar por sus hijos. Muchos de ellos maestros universitarios con sus hijos estudiantes universitarios. No es un remplazo generacional sino que las generaciones van juntas. Creo que eso servirá de incentivo. "quiero cambiar el país y como mis hijos también quieren lo mismo pues podemos intentarlo juntos y así nos volvemos familia y camaradas al mismo tiempo".