¿Y ahora, qué?, una deliciosa historia sobre la superación y la libertad de elección (por Ricardo Vilbor)
Dice Paco Roca en el prólogo de ¿Y ahora, qué? que no queremos leer historias de ancianos. Yo, que estoy de acuerdo con lo que dice Roca, tengo entre mis tebeos preferidos de los últimos años su Arrugas. ¿Contradicción? No, lo que sucede es que yo considero que lo que no queremos leer es ciertas historias de ancianos. No queremos dramas facilones de mediodía de Antena 3, no queremos folletines de medio pelo con personas mayores, sinceramente. Queremos buenas historias y, sin duda, "¿Y ahora, qué?" lo es.
La novela gráfica arranca con Pablo, un jubilado que un buen día decide cambiar su rutinaria existencia y hacerse runner (los corredores son de otro siglo, chavales). Con lo que el anciano no cuenta es con la oposición tanto de su mujer como de una buena parte de su familia.
Esta es la premisa de la que parten los guionistas, Inma Ortega y Santi Selvi para poner en marcha su obra. A partir de ese momento, los escritores van a ahondar tanto en la vida personal del protagonista como en su lucha interior, haciendo converger ambos en un tierno final.
Los temas que tratan los escritores valencianos son muchos y, si has leído la sinopsis, seguro que pensarás (y acertarás) que la superación personal es uno de ellos. Pero para el que suscribe, el tema central de la obra es la familia. "¿Y ahora, qué?" es un canto a la unidad familiar, al deporte como nexo de unión entre generaciones, a buscar lo que deseas sin dejar de lado a los que amas. Junto a este, destacaría el tema de la libertad de elección en la tercera edad. ¿Tienen los mayores derecho a realizar actividades de riesgo? ¿El lugar de los viejos no es el sofá o el asilo? ¿Nos intercambiamos los roles con nuestros padres cuando envejecemos? Todas estas preguntas se plantean cuando Pablo decide salir a correr, sus hijas y su mujer temen que, debido a su edad, sufra un percance que lo deje maltrecho físicamente. Otros familiares, en cambio, apoyan al protagonista y así lo expresan, tanto con actos como con palabras. Y he aquí uno de los mayores aciertos de Ortega y Selvi: la disparidad de opiniones de sus personajes. Los guionistas dejan hablar a sus personajes, expresarse por sí mismos, y renuncian, de este modo, a imponernos una visión única. Eso, hoy en día, no sólo es de agradecer, sino también de alabar. Ortega y Selvi huyen de arquetipos y logran construir unos personajes redondos, cercanos y complejos. Consiguen que el lector se identifique con alguna de las posturas y argumentos que se plantean y que, de verdad, el tema del albedrío en la tercera edad sea relevante y quede abierto a la interpretación personal. Y ello lo logran a través de una narración bien tejida, unos diálogos realistas y, por encima de todo, gracias al humor. Ortega y Selvi dosifican con acierto ciertas escenas y diálogos que ayudan a relajar la carga dramática y que les permiten tratar con sencillez, oficio y ligereza temas que, como hemos visto, no son nada ligeros.
De la parte gráfica se encargan Miguel Delicado y Zarzo. Miguel se encarga de los lápices y despliega, especialmente, en esta obra dos de sus máximas virtudes: dominio de la narración (Delicado es un gran dibujante de storyboards y eso se nota) y del acting de los personajes. "¿Y ahora, qué?" es un tebeo que está narrado de manera cristalina, sencilla y deliciosa. Se lee de un tirón y eso es, en gran medida, gracias al arte de Miguel, quien siempre pone la narración y los encuadres al servicio de la historia. No hay en la obra un solo plano fallido o una secuencia confusa. Ni una. A esto, el artista valenciano le suma su maestría a la hora de representar las expresiones faciales y corporales de los personajes. Los personajes de Delicado tienen vida, respiran humanidad y calidez.
Por su parte, Zarzo ha añadido a todo lo anterior unas tintas precisas, dinámicas y que han sabido potenciar el lápiz de Delicado. Zarzo es un tipo que sabe lo que se hace, que ha sabido dar profundidad y empaque al álbum y que lo ha dotado de unos fondos sencillamente espectaculares. Dudo mucho que por el precio del cómic (9,95€) pueda encontrarse en el mercado una obra con unos fondos y unos acabados como estos. La ciudad de Valencia está perfectamente representada, tanto es así que podríamos decir que es un personaje más. Cualquier persona que haya visitado la capital del Turia reconocerá no sólo edificios, calles y monumentos emblemáticos, sino también barrios populares y personajes propios de la fauna y flora valenciana.
En definitiva, "¿Y ahora, qué?" es un delicioso relato escrito con soltura, oficio y talento por Ortega y Selvi, y dibujado con no menos talento, dedicación, arte y oficio por Delicado y Zarzo. Un tebeo en el que los autores han invertido mucho tiempo y esfuerzo y que, al igual que su protagonista, lo han dado todo por muy poco. Porque este cómic está hecho con el corazón y eso se palpa en cada viñeta, en cada bocadillo. Porque las mejores cosas de la vida, amigos, no se hacen por dinero.