Se sentía. Se suponía. Se dibujaba en el ambiente. Sin embargo, estos muchachos modelos de tres al cuarto y políticos de calderilla han abierto la caja de Pandora en el último momento.
Llevan una campaña, que no es extraño su tendencia bajista, lo de quererse cargar la discriminación positiva de la mujer en el tema de la violencia machista es de traca, y lo que se ha sabido de su eurodiputado Girauta, que está de acuerdo con las tesis de Pío Moa, el historiador franquista, en relación con las causas de la guerra civil, es definitivo.
Sólo faltaba el tema de los pactos. Después de insistir, constantemente, que no apoyarían en ningún caso la elección de Rajoy como Presidente del gobierno, han decidido decir la verdad. En un sacrificio patriótico, digno de encomio, en un momento de lucidez han revelado su gran verdad: en caso necesario, para salvar a España, ellos estarían dispuestos a facilitar lasubida al trono de Mariano Rajoy. ¡Bravo!
Otra más de este grupo de amiguetes. Han estado mintiendo toda la campaña, fingiendo ser opositores a todos para terminar donde todo el mundo esperaba, ayudando al PP. Un tipejo que sin decir nada, que con un partido vacío ha conseguido, gracias a aprovechar el momento, a una campaña de marketing y a una ayuda de algunas empresas del IBEX-35, ha conseguido ser la cara B del PP, el PP bis y sin quitarse la pelliza.
Su líder lo ha declarado de forma contundente, no dejará que un grupo de perdedores pueda desbancar a su amiguete Rajoy, a su papá político, a su ídolo. Porque eso es lo que es Mariano para Albert, que recuerda sus tiempos en Nuevas Generaciones y de FAES.
Lo triste es, que muy probablemente, después de ver la última encuesta de hoy, en El Periódico de Andorra, que de haberse conseguido la Candidatura Popular que desbarató Podemos, hoy, esa candidatura donde estuvieran Podemos e IU, podría juntos –al margen de la nueva ilusión que podría despertar y disparar el voto—, por simple cálculo matemático y ley d’Hondt, obtener entre ocho y diez diputados más, lo que le daría la mayoría absoluta junto a los diputados del PSOE y se podría hablar de un gobierno de izquierdas.
Pero aún hay tiempo, si UP—IU consigue grupo parlamentario o más, sería suficiente para ayudar a formar un gobierno de progreso.
Estamos en el último día de campaña y sólo me queda recordar que el voto útil es el voto en conciencia, el voto que te hace sentir bien. Unidad Popular y Alberto Garzón han hecho una campaña impecable, a pesar de haber sido discriminados por medios de comunicación, por los otros partidos y por la Junta Electoral. Merecen tener un grupo propio, un grupo que puede ser definitivo para definir políticas de izquierdas. ¡Votemos con valentía! ¡Votemos con el corazón! ¡Votemos a Alberto Garzón, a UP—IU!
Salud y República