En Politikon estuvieron la semana pasada trabajando con una serie de datos comparando las tasas de desempleo por CCAA con las de diversos países del mundo, dando cosas muy interesantes, como que Iran o Colombia se encontraban mejor que la media de España.
Todos sabemos que estamos muy mal, pero no tanto como para que países que tienen un porcentaje muy significativo de su población por debajo del nivel de subsistencia esté mejor que nosotros en la capacidad de generar empleo.
También sabemos que los datos de desempleo en la UE nos pone en cabeza con EL DOBLE de la media europea.
Ahora bien, todos estos datos tienen un lado oculto, el dato no es solo el desempleo, sea el registrado (aquél que denota los que están buscando empleo a través del servicio público de empleo y que sirve también para poder estar recibiendo las prestaciones de desempleo y demás ayudas públicas) o el paro que emerge en la EPA (aquél que muestra a aquellas personas que dicen que están buscando empleo y que no lo encuentran) nos dan datos del doble de desempleados con respecto a la media europea.
Ahora bien, todo esto es relativo, en España ha aumentado durante muchos años el empleo, hemos atraido un gran número de personas en edad de trabajar, la tasa de “actividad” en España sigue siendo alta (aún hay un montón de gente que espera encontrar trabajo), y por tanto hablar del paro “en el aire” nos produce comparaciones curiosas pero que no son exactas.
Una foto más correcta nos puede mostrar el nivel de gente que está empleada o con actividad económica con respecto a la población en edad legal de trabajar. Esta gráfica nos da una visión algo diferente (aunque no del todo positiva para España).
Fuente: Eurostat
La imagen es mala, dramática si lo aceptamos pero no tercermundista. Uno de los países emergentes está a más de 10 puntos por debajo de España. España está unos 6 puntos por debajo de la media de la UE, para entendernos, en la zona Euro 35 de cada 100 personas en edad de trabajar no lo hace, en España son 41 de cada 100. Es decir, nuestra sociedad deja fuera de la ocupación un 18% más de posibles trabajadores, o somos un 10% más ineficientes generando empleo para las personas en edad de poder trabajar.
La lectura la hagamos como la hagamos es negativa, pero no somos “el doble de malos que nuestros vecinos”. Algo lógico, no estamos viviendo en Bostwana o en cualquier otro país emergente. Hay además países de la vieja UE-12 que están tan o casi tan mal como nosotros. Italia está peor, e Irlanda solo nos saca 2 puntos.
Por tanto, hemos de ser conscientes que estamos mal, bastante mal, dramáticamente mal, pero no como algunos insinúan a la altura de países en vías de desarrollo.
Lo mismo ocurre cuando se analiza la tendencia histórica, queremos creer que nuestra capacidad de generar empleo está peor que en 1994, como si la crisis actual nos hubiera hecho retrasar hasta los años 80 o aún más atrás. Sí, el empleo está mal y si comparamos los datos de desempleo puros y duros nos dibuja un drama en el cuál hemos perdido 20 años.
Ahora bien, comparando la tasa de ocupación con la población entre 15 y 64 años podemos ver que el drama es grave pero no tanto como parece pintarse.
Datosde España. Fuente: EurostatEs decir, podemos decir que la actual crisis, que aún no ha llegado a fondo (los datos con los que trabaja Eurostat son las medias anuales y el 2011 también ha destruido empleo), pero esta crisis no nos ha hecho retroceder 20 años, ni tan siquiera aún nos ha dejado al nivel de la anterior crisis (la del 90-93), sino a niveles del 2001 o 2002. O sea que la crisis se ha pulido por el momento el crecimiento del boum económico de la burbuja (algo normal si esta ha tenido que pinchar) y hemos retrocedido a niveles de hace 10 años.
El tema no le quita ni un ápice de dramatismo, pero no genera la imagen de “vamos a morir todos” que se contagia facilmente entre los opinadores en la red y fuera de ella.