El mes de junio es uno de mis favoritos. En el mes dedicado a la diosa romana Juno (hermana y esposa de Júpiter y madre de todos los dioses), se cerrará el primer semestre del año, el curso académico y con él, los días cortos, oscuros y fríos se alargarán, dando paso al calor y a muchas más horas de sol para disfrutar del día.
Con junio, llegará la hora de desterrar definitivamente la ropa de abrigo del armario, ocupando su espacio, la ropa fresca y escasa (sobre todo las chicas), que dejará al descubierto la piel blancuzna o lechosa, a no ser que ya hayáis empezado a tomar los primeros baños solares.
En junio, se inaugurará la temporada “oficial” de las piscinas descubiertas, de carpas y terrazas junto a la playa (o sin ella), los quioscos caseros de horchata, helados y granizados de fruta … (Solamente de pensarlo se me hace la boca agua).
Pero no acaba todo ahí. Este año, estrenamos el mes de junio con un eclipse solar parcial en Luna Nueva, que puede ser el causante de una cierta inestabilidad en vuestro estado de ánimo y humor.
Por si estáis pensando empezar un nuevo proyecto durante estos días, se dice que la Luna Nueva es un excelente paso para atraer el éxito y la prosperidad en los planes que se inicien durante esta fase en que la luna no está visible.


