Revista Moda

Y de repente... llegó el invierno

Publicado el 06 mayo 2010 por Soni Lane

¿Por qué cuando empezaba a levantar cabeza -en lo que a frío se refiere- tengo que volver a tiritar en mayo? ¡Yo! que la semana pasada aún llevaba dos chaquetas  -para acabar llevándolas en la mano- por miedo a tener frío por las mañanas, cuando a esas horas (9 a.m) ya había 20 grados… Yo, que en invierno mantengo los pies en estado de congelación permanente y no soy capaz de llevar menos de tres capas de ropa… Y en verano soy de las pocas de la oficina que lleva chaqueta y sufre con sandalias por el aire acondicionado…  Y apenas se pone escote porque hasta con 30 grados tiene frío en el metro o en cualquier lugar climatizado… ¡Yo! ¿Por qué tengo que volver a ponerme el abrigo en mayo? ¿Por qué?


La ropa de invierno ya estaba guardada, porque, pensaba –ingenua de mí- que por mucho que bajaran las temperaturas en mayo y junio, no tendría por qué tener que volver a calzarme unas botas o un jersey de cuello alto –con camisa de manga larga debajo-. Parece mentira, pero ayer salí de casa con blazer y chaqueta de punto debajo, pañuelo en el cuello y… pasé frío, mucho frío… Y es que, aunque el hombre del tiempo avisó del frío, fue como si algo me hubiera impedido volver a ponerme ropa de invierno. Me cuesta cambiar el chip. Pero hoy no me lo ha impedido nada, y aunque el viento del norte se haya calmado y hayan subido algo las temperaturas, me he visto por la calle con un jersey negro de cuello alto y un largo abrigo gris de paño, mítico donde los haya… Colores y tejidos invernales otra vez.


Y de repente... llegó el invierno

Mi relación con la temperatura es extraña, de todas formas. Porque, mientras las demás chicas pueden llevar todo tipo de looks; hay algunas cosas que yo, sencillamente, no me puedo poner. Cuando tengo frío, tengo mucho frío, y cuando tengo calor para quitarme algo de ropa, es porque ya hace ¡mucho calor!… Así que las camisetas de manga larga, algunos chalecos o ciertas camisas, se suelen quedar año tras año muertas de risa en el armario. A no ser que las combine con otras capas de ropa, cuando hace mucho frío, o sea, durante casi todo el invierno. Por eso, hay cosas que no entiendo... Por ejemplo en estas fotos, Sí, mucho chaleco de pelo, pero... ¡Qué frío! ¿No? 

Y de repente... llegó el invierno
Y de repente... llegó el invierno

Victoria Beckham, este invierno, en Rusia. ¡Sin medias, ni bufanda!

Y de repente... llegó el invierno

Botas en verano: (para la oficina estarían bien; o para el Norte de Europa, pero a 40 º en Madrid... te cueces literalmente, creo yo).

Y de repente... llegó el invierno
Y de repente... llegó el invierno
Y de repente... llegó el invierno

En cualquier caso, el invierno que viene puedo estar tranquila, porque la colección ‘Pret a Porter de Karl Lagerfeld para Chanel: Otoño-Invierno 2011’ me asegura que, gracias a una pronta y espectacular conversión en yeti, ¡jamás volveré a pasar frío!… Por eso espero que Amancio clone muchas de estas propuestas y tengamos Zaras, Stradivarius, Lefties y demás cadenas, repletas de pelo, lanas y pieles sintéticas. Así tendré que ir... Porque mi frío lo vale.

Y de repente... llegó el invierno
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Y de repente... llegó el invierno


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