Revista Diario

Y de repente soy madre

Por Desmadreando @desmadreando

Una frase que para algunas cae de sopetón, como en el caso de Bimba Bosé y que para otras- por mucho que se haya buscado el nene- cae en el momento que has parido y naces como madre.

Esta frase sorpresiva pero sin signos de admiración es como titula Bimba Bosé su autobiografía maternal. Un libro que en primera persona nos expone de manera muy sencilla y cadencial la experiencia que para ella significó convertirse en madre.

¿Qué quieren que les diga? Cuando vi por primera vez éste libro me llamó mucho la atención tres cosas: la fotografía de la portada, el título y la autora.

Y de repente soy madre

¿Qué acaso Bimba Bosé no era cantante o modelo o algo así? ¿ Su hijo también fue de vientre de alquiler o ese solamente el caso de Miguel? ¿Y esa foto? Ella tan divina de la muerte y el niño llorando desconsoladamente. Y claro todo eso que generó en mi: MORBO.

Y en eso Madresfera me invitó a una cita a ciegas. Por haber ganado en uno de sus sorteos, me enviarían un libro a casa para que leyera y reseñara pero ¡A CIEGAS! No sabría cuál sería. Un reto muy interesante.

Fue abrir el paquete y sonreír….¡un libro jugosito para prender la blogosfera maternal! Ni más ni menos que el de “Y de repente soy madre” de Bimba Bosé. ¡Si señoras! ¿Y adivinen qué? ¡Pues que me di un canto en los dientes!

Hace mucho que no leía un libro….vamos en una sentada. Si pues fue una sentadita a tomarme un café con Bimba. Así que ya se imaginarán. Me ha sorprendido la sencillez, la musicalidad del texto, la honestidad y la madurez con la que está escrito.

Al hablar de madurez no me refiero a literariamente, me refiero a que para que una mujer relativamente joven haga recuento de su vida, y sobre todo de la maternal, requiere de un amplio análisis retrospectivo. Para saber quiénes somos hay que saber de dónde venimos.  Y esto es justo lo que Bimba hace.

Comienza narrándonos lo complicado de su niñez. De cómo su madre fue demasiado joven para realmente “criarla”, del artisteo y lo bohemio de su núcleo familiar, de la separación de sus padres, de la pelea por la patria potestad de ella y su hermano, de como la llevan a USA a vivir con su padre y su “nueva” familia, de su vuelta obligada a España con el nuevo marido de su madre, de como pasar un choque cultural en la adolescencia, de los institutos guays y la libertad de USA a ser una chica que vive en el campo y que va a un colegio de monjas, de como se convirtió en okupa de su abuela a cambio de que le tiñera el pelo de azul para después terminar yéndose con su tío Miguel a Londres y poco a poco tomar las riendas de su vida para convertirse en modelo.

De todos estos tragos amargos y no tanto, habla Bimba con muchísima paz. Sin rencores. Con los adjectivos adecuados. A manera de confesión.

No es fácil hablar de asuntos familiares en público. No es fácil hablar de el día que pudo haber sido madre a los 19 años y decidió no serlo.

Sin embargo, cuando de repente se convierte en madre con Diego, su pareja; a pesar de descubrirlo a solas en el baño con un predictor, decide lanzarse a la aventura diciéndoselo a su pareja mientras iban en la moto.

Así, siendo madre, comienza a mi manera de ver, el perdón hacia su propia madre. Es cuando devenimos en madres que comprendemos tantas cosas de las nuestras y quizás juzgamos menos para agradecer más.

Desde su primer embarazo, Bimba Bosé anhelaba un parto natural pero no quería contradecir a su familia política quiénes le recomendaron un GRAN ginecólogo tradicional. Y así vive su primer parto para disgusto de ella.

En varios capítulos Bimba expone cómo fue su embarazo, el cambio mental que ésto supone, cómo cambian las relaciones con los amigos, la dificultad que es conseguir ropa premamá bonita, de sus antojos y de cómo al ser madre por segunda ocasión todo cambió para ella.

Bimba se decanta por la crianza natural para su segunda maternidad. Un parto en casa,  comida ayurvédica, meditación trascendental…son algunos de los temas que toca. Obviamente pasa por temas de interés bélico como son el pecho, el postparto y el sueño.

Curiosamente ésta parte la leí con sigilo y un poco de puntitas pues pensé que sería un tostón…y ¡otro canto en los dientes! Fue una auténtica delicia escuchar de manera respetuosa por qué ella elige esta manera de parir, de educar y de enseñar a sus hijas. Además nos compara como con su primera hija Dora todo lo hacía muy “by the book” y con June fue mucho más abierta.

Un gran descubrimiento es lo que señala de la cama Montessori, pues me pareció una manera genial de hacer el tránsito de cuna a cama para mi Critter.

Por último, habla de cómo es la vida cuando el bebé crece. Como dejamos de ser nodrizas para convertirnos en productoras, de la educación, de como sobrellevar el cambio de pareja a familia.

Algo que me encantó de éste libro es la honestidad con la que muestra la maternidad. No es fácil, pero es “esa gran escuela donde el aprendizaje muchas veces es a marchas forzadas”.

Pero sobre todo, me quedo con la lección que me ha dado de “jamás juzgar a una madre”. La foto de su portada es un gran ejemplo.

Lo primero que pensé fue “que frívola” ella toda perfecta y el bebé desquiciado llorando…pero ella relata que esa foto fue cuando volvió a trabajar, mientras hacía una sesión de fotos su pequeña Dora de año y medio se puso a trastear por el estudio y se había subido a una escalera de pintor. Así que Bimba dejó todo para evitar el desastre y ése momento es dónde le toman la instantánea. ¡Clic! ¡Y de repente eres madre!

¿Cómo cambia el juego no creen?

Pues eso es así con TODAS LAS MADRES. Cada madre tiene su propia instantánea de su maternidad y no somos nadie para juzgar a otras.

¡Clic! Soy madre y soy un desmadre

:P
¡pero eso ya lo sabían!

Y de repente soy madre

Bimba queriendo ser Desmadreando

¡Si te gusta esta reseña vótame aquí en Madresfera para que me llegue otro libraco y me divierta reseñando!


Volver a la Portada de Logo Paperblog